miércoles, 29 de enero de 2014

Peticiones

Hace ya varios días que llegó a mi correo la petición de dos escritores para que reseñara sus obras recientemente publicadas. Por lo que he podido ver en otros blogs y a través de la red, son muchos los autores que tienen que buscarse las mañas para dar a conocer sus libros. 
   Si os soy sincera, al principio, no supe muy bien qué hacer. No quería ser yo el juez de un libro que está intentando buscar su sitio. Yo no soy una gran plataforma de lanzamiento, y tampoco me veo capaz de leer todo lo que me proponen para, después, reseñarlo. Pero, después de mucho deliberar, pensé que yo también estaba empezando con mi blog y también había tenido ayudas externas. Así que, voy a poner mi granito de arena, presentando estos dos libros y, después, que cada cual decida qué hacer, ¿no os parece?. Así que ahí van.
   

El primero en llegar a mi correo fue Amores prohibidos, de Leo Mazzola. Según él mismo nos cuenta, se trata de una novela romántica para adultos. Aquí os pongo la foto de su portada y la sinopsis que aparece en su página web.

Alejandro Hidalgo es un arquitecto que ha llegado a su madurez resignado a llevar una vida cómoda pero exenta de cualquier tipo de ilusión profesional y sentimental. Su matrimonio con María se ha convertido con el paso de los años en una placentera convivencia en la que el cariño y la amistad han sustituido por completo al imprescindible amor y deseo carnal que él siempre ha necesitado.

Sumido en una profunda y silenciosa depresión conoce en un portal de juegos de internet a Raquel, una mujer divorciada con la que emprenderá una romántica y apasionada historia de amor. Después de un año como amantes Alejandro reúne el valor suficiente y decide abandonar a María, iniciando así una nueva vida sentimental junto a Raquel convencido de que ese amor tan idílico y platónico como apasionado y lascivo que ambos han compartido hasta ese momento, es auténtico y perdurable. Será entonces cuando el mundo se derrumbe a sus pies y se someta a la tortura de un desamor que no pudo predecir ni tan siquiera imaginar, y que terminará destrozándolo psicológicamente.
Eva, una mujer casada y veintiún años más joven que Alejandro será quien conseguirá recuperar su autoestima y su ilusión en el amor, despertando en él su romanticismo más profundo y el lado más oscuro de su lujuria.
Silvia, María, Patry, Raquel, y ahora Eva, cinco mujeres que causaron una fuerte impronta en el carácter y personalidad de Alejandro, todas ellas muy diferentes entre sí, tanto como las respectivas historias de amor que vivió con cada una de ellas y sus circunstancias.  

   
El segundo libro que se me presentó fue La Comisión Alba, de Luis Castillo. En este caso, se trataba de una novela sobre la crisis, con toques de intriga y misterio. Como he hecho con el libro anterior, aquí os dejo la imagen del libro y una pequeña sinopsis, junto a la dirección de su página web.

Angel Alba, socio fundador de TechnoLife, empresa española generadora de proyectos tecnosociales y que en apenas una década se ha convertido en una multinacional de éxito con presencia en los cinco continentes, recibe una misteriosa llamada de su socio Richard Altman desde Washington D.C. en la que le pide encontrarse con él, en su mansión de Sotogrande (Cádiz), en las próximas 48 horas.

Richard le anticipa que ha sido seleccionado para integrar una comisión de Naciones Unidas, compuesta por expertos en diferentes campos y cuyo objetivo es resolver la grave crisis económica mundial. Entre ellos está la norteamericana Elizabeth Biel con quien Angel entablará una relación de especial complicidad y que sólo el tiempo dirá si llega a convertirse en mucho más.
A partir de la reunión con Richard, que junto con su poderoso y anónimo grupo internacional de amigos filántropos pretende que Angel Alba presida la comisión, el mundo cambiará de paradigma a la búsqueda de la solución que resuelva la colosal crisis a la que se enfrenta desde que el banco de inversión Lehman Brothers quebrara y que amenaza con llevarse por delante la economía de los países occidentales.
Angel y su equipo tienen dos meses para lograr su objetivo y la cuenta atrás ya ha comenzado. Lo que él y sus colegas de la comisión desconocen es la peligrosa amenaza que se está gestando para impedir que tengan el éxito que todos desean.
Los principales escenarios en los que se desarrolla la trama de la novela son Madrid, Washington D.C., New York, Saná (Yemen), Sotogrande y Valencia, incluyendo también referencias y escenas en otros afamados lugares, entre los que se encuentran como más destacados Los Angeles, Nassau, Niza, Paris, Ginebra, Principado de Mónaco y Puerto Banús.
   Espero haber podido ayudar a estos escritores de algún modo. Y quisiera también conocer vuestras experiencias, si las tenéis; me ayudarían mucho. Gracias.

lunes, 27 de enero de 2014

Capítulo III: ... Y fue armado caballero

Por fin, lo consiguió. Era algo que le traía al pobre a maltraer; hasta de rodillas se pone para pedirle al ventero-señor del castillo que le arme caballero.
   En este episodio, tan a pecho se toma don Quijote el hecho de velar las armas que se pasa un buen rato bajo la luz de la luna custodiándolas y, de paso, arreando dos buenos mamporros a dos arrieros que, ¡válgame Dios! querían dar de beber a sus bestias, justo dónde don Quijote había puesto sus armas. ¿A quién se le ocurre? Y todo esto sin alterarse el yelmo:
"(...) soltando la adarga, alzó la lanza a dos manos y dio con ella tan gran golpe al harriero en la cabeza, que le derribó en el suelo (...).  Hecho esto, recogió sus armas y tornó a pasearse con el mismo reposo que primero". 
   ¡Tan pichi! Como si no hubiera hecho nada, el buen señor. Claro, que a cambio le cosieron a pedradas, menudos son los arrieros cuando les tocan ... la moral. Se podría haber armado allí la marimorena, si no hubiera sido por el ventero que consiguió calmar a los huéspedes, y a don Quijote armarlo caballero, a todo correr, y convencerle de que ya iba siendo hora de que se marchara a buscar aventuras, que ya estaba tardando.
   Por cierto, es en este capítulo cuando encontramos, por primera vez, la expresión "follón" que don Quijote usó más de una vez:
" También Don Quijote las daba mayores, llamándolos de alevosos y traidores, y que el señor del castillo era un follón y mal nacido caballero, pues de tal manera consentía que se tratasen los andantes caballeros (...),"
  No digáis que no era "salao", jejeje.
   ¿Vamos a por el siguiente capítulo? Esto promete...

domingo, 26 de enero de 2014

Lope de Vega y Carpio

Si pensábamos que Lope de Vega ya había aportado todo lo que tenía que aportar a la Literatura, nos equivocábamos: todavía tenía un as en la manga. Este as vivía en los fondos manuscritos de la Biblioteca Nacional desde 1886, cuando se compró la Biblioteca de Osuna, hasta que el profesor Alejandro García Reydi lo descubrió en el verano de 2010, casi por casualidad, como él mismo cuenta en la entrevista para El Mundo del 22 de enero:
"(…) estaba trabajando en un proyecto de la Universidad de Valencia donde estudiamos todas las noticias de representaciones del teatro clásico, y me encontré (…) la representación de una comedia atribuida a Lope que se llamaba Mujeres y criados en un documento del siglo XVII y que pertenecía a una famosa compañía del momento. (…), todo el mundo decía que pertenecía a Lope, pero se desconocía el texto. Más adelante, (…) buscando en el catálogo de manuscritos de la Biblioteca Nacional que había uno que llevaba por título Mujeres y criados. Así que (...), empecé a analizar el texto, a compararlo con otras comedias de Lope y encontré muchas similitudes. Además pude identificar el copista (...), que era el mismo director teatral que había representado la obra en el siglo XVII. Fui tirando de los hilos, uniendo las piezas del puzzle y al final era evidente que era obra de Lope de Vega".
  ¿Os imagináis lo que debió de sentir este señor al tener en sus manos un posible texto de Lope de Vega? Cuanto más si eres un enamorado del autor y de nuestro teatro clásico. ¡Increíble! Entonces, imagino, empezó a funcionar la maquinaría de los "amigos" de don Lope, es decir, del grupo ProLope, un grupo de investigación sobre la figura del escritor madrileño, que lleva ya veinte años encargándose de editar y cuidar la memoria de este autor. También ha entrado en juego la Fundación Siglo de Oro (Rakatá) que ya está preparando la representación de esta obra para un futuro no muy lejano.
   Todo esto me ha hecho pensar en la inmensa riqueza literaria con la que contamos en este país. Con la enorme cantidad de genios de la Literatura que apenas vemos representados en nuestros teatros y mucho menos en la televisión. ¿Cuántas obras de Shakespeare vemos cada dos por tres? Y no digo que esté mal, al contrario. Pero, ¿no sería igual de genial ver las obras de nuestros clásicos? Y que no me vengan con que el lenguaje no se entiende, con que la historia está pasada de moda, etc, etc, porque Romeo y Julieta u Otelo no son precisamente historias de hoy en día, ni creo que estén escritas en un inglés muy del West Side. Mientras, en las obras de Lope podemos ver, por ejemplo, subversión contra las normas establecidas, mujeres que luchan contra su condición, aldeanos que se enfrentan a sus señores. ¡Vamos! Hechos no tan lejanos en el tiempo.

   Así que, pongámonos las pilas, hagamos un mínimo esfuerzo por comprender el mundo de Lope de Vega e intentemos leer alguna de sus magníficas obras de teatro. Estoy segura de que podemos hacerlo y de que no nos arrepentiremos. Él ya ha puesto de su parte reapareciendo después de casi 400 años, ¿no creéis? Pues eso, manos a la "obra".

miércoles, 22 de enero de 2014

Ordenar, desempolvar, descubrir

Cuando vacié la última caja, después de mi mudanza, pensé que ya estaba todo hecho, que ya podía sentarme tranquilamente en mi nuevo sofá y descansar; el resto de los detalles ya los iría añadiendo poco a poco, paso a paso, según fuera haciendo la vida. Ahora tocaba disfrutar de todo e ir viviendo mi casa para saber lo que necesitaba de verdad. Nada más lejos de la realidad.
   Siempre he tenido memoria fotográfica, por suerte o por desgracia, y eso hace que recuerde dónde he puesto las cosas a través de imágenes. Es entonces cuando empiezan los problemas. Todos mis libros estaban perfectamente colocados y distribuidos por mi nueva casa, incluso algunos puestos juntos por su color, que casaba maravillosamente bien con la estantería oscurísima y los adornos en verde pistacho. Sin embargo, mis libros ya no tenían la imagen correspondiente de sus lugares de origen, así que no sabía con exactitud dónde estaba cada cual. Además, algunas de mis últimas lecturas habían venido de la biblioteca privada de mi señora madre (mi distribuidora oficial) y otros habían sido préstamos de grandes amigos que confiaban mucho en mí. Por lo tanto, cada vez que tenía que buscar un libro, tenía que recorrerme toda la casa. Entonces tomé una decisión, drástica quizás, espontánea seguramente, pero la única posible: había que recolocar todos los libros de nuevo.
   ¿Por dónde empezar? Sobre la mesa del comedor y aledaños, empecé a amontonar los libros de las diferentes estanterías. Según iban saliendo de su escondite, iba decidiendo sobre la marcha una clasificación general: mis libros de la facultad, mis libros de literatura y los que tenía en otros idiomas. Tengo que reconocer que no son demasiados, si no esta clasificación no me hubiera servido de mucho. 
   Después, lo más urgente era limpiarlos un poco, sacudir esos pequeños papeles escondidos desde, váyase usted a saber cuándo: pequeñas notas a mano, antiguas entradas de cine, alguna foto de gente ya casi desconocida. 
   Cuando ya todo estaba limpio, desempolvado y descifrado, pasé a la tercera fase: la de los descubrimientos. Fue increíble encontrarme de nuevo con viejos amigos que había leído cuando tenía, ¿quince años? Algunos no habían resistido muy bien mi antigua pasión lectora y tenían demasiado celo por todas partes; otros, sin embargo, estaban todavía de muy buen ver e incluso guardaban el mismo olor que yo recordaba. Otros, no sé por qué, se habían librado de la "quema" y estaban allí, tan flamantes, resistiendo mis censuras, aunque esta vez serían pasto de la donación.
   Ya para terminar, dediqué unos momentos a reflexionar sobre el último paso de mi plan: volver a colocarlos todos según un perfecto y práctico orden. Lo que no sabía aún era cual sería ese orden: ¿alfabético, de materia, por tamaños? Esta última posibilidad se me ocurrió mientras miraba atentamente las medidas de algunas baldas de la estantería del salón. La primera la deseché por incómoda, ya que no estaba dispuesta a recolocar los libros cada vez que tuviera que encajar una nueva letra.
   Conclusión: la mesa del salón y sus aledaños siguen cubiertos de libros perfectamente amontonados en tres grupos: universidad, literatura y otros idiomas. Pero estoy muy feliz porque cada vez estoy más cerca de alcanzar una solución. Solo tengo que decidir cual es el orden más adecuado para mí y olvidarme de una vez por todas del lado bibliotecario de mi cerebro. Sencillo, ¿verdad?  
   Y vosotros, ¿cómo tenéis organizados vuestros libros?

lunes, 20 de enero de 2014

Capítulo II: Y Don Quijote se decidió a salir

No es fácil imaginar cómo, en plena Mancha y en pleno mes de julio, este "decidido caballero" pudo resistir casi todo el día, montado en su caballo, embutido en su armadura y con la celada puesta.
"Con esto, caminaba tan despacio, y el sol entraba tan apriesa y con tanto ardor, que fuera bastante a derretirle los sesos, si algunos tuviera".
   Criatura, ¿cómo no se le iban a derretir los sesos y no iba a confundir una venta con un castillo, unas prostitutas con princesas o al posadero con el Alcaide? Cualquier cosa era posible. Allí se alzaba el magnífico castillo, con su foso, sus almenas, su puente levadizo. Solo echó en falta al enano que tocaba las trompetas a la llegada de algún caballero. ¡Ay los libros de caballerías, cuanta confusión le creaban! 
   Mientras, el pobre Don Quijote no comprendía muy bien por qué "las dos hermosas doncellas" no dejaban de reírse cada vez que le miraban. Pero claro, ¿quién no lo haría? Con esas pintas. El pobre ya estaba empezando a mosquearse porque... "es mucha sandez además la risa que de leve causa procede". Aunque en este caso, la causa no era nada leve.
   Don Quijote, más perdido que Carracuca y con más hambre que un lobo, consiguió por fin que le acomodasen en las cuadras. Lo mejor llegaba entonces: ¿Quién era el "guapo" que se quitaba de encima "el peto y el espaldar"? Pues las "doncellas" fueron las encargadas:
Nunca fuera caballero
de damas tan bien servido,
como fuera D. Quijote
cuando de su aldea vino;
doncellas curaban dél,
princesas de su Rocino.

 
 Y así le dejamos, tan contento, mientras le daban de comer (porque él no llegaba a meterse la comida a la boca) y, lo que era más ridículo, le daban de beber mediante una caña que el ventero le había puesto en la boca y por la que le iba echando vino. ¿Os lo imagináis? Yo ahora mismo no puedo, me estoy secando las lágrimas.

sábado, 18 de enero de 2014

Sorteo 4 º aniversario en Libros que hay que leer

Hola a todos. Cómo parece que me estoy aficionando a esto de los retos, los concursos y las participaciones, me acabo de apuntar al sorteo que organiza Laky en Libros que hay que leer. Se sortean dos ejemplares de Itahisa, de Toti Martínez de Leza ,y cómo es una autora que me gusta y un libro que me interesa, me he dicho, allá voy, a ver si suena la flauta y me toca uno de esos dos ejemplares.
Así que, ya sabéis, si queréis participar solo tenéis que pasaros por el blog de Laky y apuntaros. Aquí tenéis el enlace a su blog.

Y sin nada más que añadir, por aquí os espero.

miércoles, 15 de enero de 2014

Si Cecil B. DeMille estuviese aquí

Eso fue lo primero que pensé a medida que avanzaba en la lectura de Circo Máximo, de Santiago Posteguillo. Las imágenes que surgían de esta novela se agolpaban en mi cabeza de una forma brutal. Toda ella era puro cine: impactante, interesante, emocionante y otra mucha cantidad de "...antes" que se sucedían de una forma casi vertiginosa a lo largo de la lectura. Si Cecil B. DeMille viviera ahora, se estaría peleando con todo Hollywood para hacer la película.
   Se ha escrito ya mucho sobre esta obra en multitud de reseñas "blogueras" así que no creo que vaya a descubrir nada nuevo, ni a desvelar ningún misterio de su argumento. Estoy segura de que todo el mundo sabe ya de qué va este libro y qué es lo que se cuenta en él. Por eso, después de mucho pensar en cómo enfocar esta entrada, he llegado a la conclusión de que la única manera posible es contar, solo, mis impresiones, mis sentimientos y todas mis sensaciones, que han sido muchas. Para conocer el argumento, podéis pinchar aquí y leerlo de primera mano.
   Me he comido las uñas, se me ha escapado alguna que otra lagrimilla, he tenido el corazón en un puño en más de un capítulo y he sentido repulsión en algún otro. Como resumen, este libro ha sido un buen montón de sensaciones.
   Para empezar, decir que la novela está perfectamente contada para llegar fácilmente al lector: es un lenguaje claro y directo, sencillo pero efectivo. Los términos latinos usados en el libro están ahí para darnos a conocer numerosas facetas del modo de vida de la antigua Roma, perfectamente entrelazados con la marcha de la novela, para que nada nos distraiga, explicando su significado al tiempo que sigue la narración normal de los hechos.
   El trabajo de documentación del autor ha sido bestial. No solo lo comprobamos en la enorme bibliografía que presenta al final del libro, sino también en la cantidad de detalles que incluye en la historia para permitirnos tener una idea clara del ambiente en el que se desarrolla todo: desde cómo van vestidos los personajes o las partes de los edificios más importantes, hasta los distintos cargos profesionales y religiosos, las leyes y las costumbres más cotidianas. La sensación de realidad es enorme. Todo es absolutamente verosímil, tanto que, mientras leía, me entraban unas ganas locas de correr hacia mis polvorientos apuntes universitarios y ponerme a investigar otra vez.
   Pero no solo es historia, es sobre todo intriga y acción y sentimientos y personajes, porque yo me he encontrado con personajes de carne y hueso a los que he llegado a querer o aborrecer. Los malos son muy malos, pero los buenos, a veces también, lo que les da un puntito de realidad muy importante. Además, el autor sabe cómo mantener la tensión para que nos enganchemos a la lectura, alternando las distintas tramas que aparecen en la historia y dejándolas, a veces, en el aire, hasta el siguiente capítulo. En mi vida he estado tan pendiente de una batalla o de cómo se construía un puente y, ni qué decir tiene, de cómo transcurría una carrera de cuadrigas; me río yo de las competiciones de Fernando Alonso.
   Solo puedo decir que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un libro, con una historia que me entretuviera y me hiciera pasar un buen rato, que me enganchara hasta el punto de no poder dejarlo hasta saber cómo se resolvía tal o cual situación. Un libro que me ha hecho recordar a otros anteriores que me absorbieron de la misma manera, como Los pilares de la tierra o El médico, libros del más puro estilo de entretenimiento que cumplen magistralmente con esta función. Este ha sido uno de esos libros apasionantes que me ha hecho pensar en las mejores superproducciones de la era dorada del cine.

viernes, 10 de enero de 2014

Reto "finales felices"

Hace unos días, Seri de El borde de la realidad, nos proponía un reto en el que caí nada más verlo: seleccionar un libro con final feliz, que nos haya dejado una sonrisa al final de su lectura y un buen sabor de boca. Nada podía ser mejor para empezar el año.
   Así que me puse manos a la obra y buscando por aquí y descartando por allá, se me ocurrió proponer Reina Sofía de E.F. Benson, porque está lleno de momentos simpáticos y el final nos deja una suave sonrisa de satisfacción. No puedo desvelar más porque así nos lo pide Seri, y yo la obedezco.
   Si os animáis, pasaos por su blog y apuntaos; siempre es bueno saber lo que le ha hecho sonreír a otros. Además es un reto muy fácil: proponemos un libro, elegimos después otro de los que se hayan propuesto, lo leemos y lo reseñamos a lo largo del año.
Venga, ¡a sonreir!

miércoles, 8 de enero de 2014

Los sueños

En  estos días que acaban de dejarnos, en los que tanto se habla de sueños, de magia, de ilusiones, me gusta imaginar como sería mi vida si se cumplieran esos sueños. Os aseguro que no habría ni diamantes, ni abrigos de visón, ni coches deportivos, ni actores de Hollywood a mi lado (bueno, mentira, alguno sí que habría, jeje). Habría libros, muchos libros, y serían todos míos. 
Foto de Lara Swimmer
   Hace ya bastante tiempo que leí una noticia en la prensa que me hizo pensar en esa magia de la que hablaba al principio. La noticia era tan sorprendente que solo podía ser un milagro: un antiguo centro comercial, cerrado a causa de la crisis, se convertía en una biblioteca pública, y lo más sorprendente de todo era que había sido una idea llevada a cabo por un ayuntamiento. Sí, sí, como lo oís. El ayuntamiento de McAllen, en Texas, una ciudad de 130.000 habitantes, decidió aprovechar el enorme espacio de un antiguo centro comercial para crear una biblioteca pública con numerosos servicios y una amplia zona para actividades culturales. ¿No os parece un sueño? Se encargó, a un estudio de arquitectura, un proyecto lo más económico posible y los responsables decidieron ocuparse, sobre todo, del acondicionamiento del edificio para crear espacios útiles, con algo de cristal por aquí y un poco de yeso por allá, que diera lugar a un gran centro donde poder llevar a cabo distintas actividades. 
Foto de Lara Swimmer
   Si hoy en día pueden ocurrir cosas como estas, aunque sea en un país lejano llamado Estados Unidos, ¿por qué no podemos imaginar todo lo que queramos? ¿Por qué no soñar lo inimaginable?
   Por ejemplo, a mí me gusta imaginar que un gran aristócrata, a quien alguien le ha hablado de mí, decide que ya va siendo hora de poner en orden los papeles familiares y, sobre todo, reorganizar la gran biblioteca de una de las mansiones de la familia, situada en un sitio tan maravilloso como la colección de libros que guarda. Entonces, se pone en contacto conmigo, yo acepto el trabajo y, en un abrir y cerrar de ojos, me veo rodeada de grandes estanterías de madera repletas de libros increíbles, todos para mí, para catalogar y clasificar. Y por si esto fuera poco, entre ese mundo de libros olvidados y mal organizados, descubro una auténtica joya bibliográfica que me pone los pelos de punta y me hace perder la respiración. Y no me pongáis esa cara; este sueño mío es tan increíble como montar una biblioteca pública en un antiguo centro comercial, no me digáis que no.
   Así que, voy a seguir soñando con grandes bibliotecas, con miles de personas aficionadas a ellas y con instituciones políticas dispuestas a levantarlas. ¿Por qué no?

lunes, 6 de enero de 2014

Y llegó... mi bloguero invisible 2013

Anoche pasaron por casa los Reyes Magos y, a una velocidad superior a la de la luz, dejaron estupendos regalos delante de mi balcón. Pero unos días antes, un paje se adelantaba a la cabalgata que venía de Oriente...
   Era una mañana bastante fría. El insomnio me había tenido leyendo casi toda la noche y cuando me quedé K.O. lo hice tan profundamente que eran las nueve de la mañana cuando me desperté, con el sonido del timbre del telefonillo metido en mi oído. Me levanté de un salto, sin despertarme del todo, y corrí hacia la puerta. La cartera me traía un paquete que no cabía en el buzón.
   ¿Qué no cabía en el buzón? Pero si solo recibo facturas. ¿De qué puede ser una factura que no cabe en el buzón? El corazón se me salía por la garganta de lo fuerte que eran los latidos de terror. Pero entonces, se encendió la lucecilla esa que todos tenemos acoplada en alguna parte de nuestro cerebro y, que a veces, anda un poco fundida. El corazón seguía asomándose por la boca, pero ahora era de emoción: ¡Era mi bloguero invisible! Seguro.
   Mientras la cartera subía a mi piso, empecé a sentir un cosquilleo en la tripa. Pocos minutos después, ya tenía el paquete en las manos y una sonrisa nerviosa en la cara. Era mi libro, tenía que ser mi libro. Pero quizás debería esperar a la noche de Reyes, ¿no? Sería la correcto, lo lógico. Y como yo nunca he sido muy lógica que digamos y sí bastante propensa a los arrebatos, mientras estaba pensando qué hacer, estaba rasgando el sobre recibido y buscando en su interior (así que no esperéis ver la foto del envoltorio, lo siento).

   Y allí estaba, tan nuevo, tan bonito, tan interesante, tan envuelto en un bonito papel de regalo que también había rasgado de arriba abajo. Sí, era mi libro, el regalo de mi bloguero invisible. Y más contenta que unas pascuas, me senté en el sofá y empecé a leer, solo cuatro líneas, pero suficientes para sentir el primer contacto entre blogueras.
   Así que, desde aquí, le doy las gracias a mi amiga Teresa, de Leyendo en el bus, por este regalo tan especial: La canción del olvido, de Kiana Davenport. Muchísimas gracias, Teresa, por tu regalo y por poder conocerte a través de tu blog. Te mando un beso enorme, y espero disfrutar de este libro como lo hiciste tú.
   A todos, Feliz Bloguero. 

P.D: Había olvidado dar las gracias a Kayena, responsable de todo este ir y venir de libros (¡Qué desagradecida!). Gracias a ella, a su esfuerzo y a su trabajo, estamos disfrutando de un momento muy especial. 

viernes, 3 de enero de 2014

Reto Serendipia Recomienda 2014

Hace ya unos días que, paseando yo por estos mundos blogueros, me encontré con el reto de Serendipia. En su blog, ella nos proponía recomendar tres libros que nos hubieran impactado por algún motivo especial, y que fueran poco conocidos, y explicar el por qué. Después, tendríamos que elegir otros tres títulos de entre todos los propuestos por los participantes y reseñarlos a lo largo del año.
   Me pareció tan original que no puede resistirme. Y aquí estoy, publicando mi entrada y presentandoos mis tres títulos que, no sé si son muy desconocidos o no; para mí lo eran y espero que alguno de ellos os atraiga para este reto.
Así que animaos, pasaos por el blog de Serendipia y disfrutad de este reto.
   Mis lecturas propuestas son:
La Buena Novela, de Laurence Cossé. Por la manera de ver el mundo editorial y por entrar en el mundo de los libros con una mirada diferente.
La devoción del sospechoso, de Keigo Higashino. Por mostrarnos cómo es el mundo policíaco japonés y lo diferente e iguales que podemos llegar a ser. 
La historia empieza en Summer, de Samuel N. Kramer. Porque, a pesar de ser un estudio histórico, no es ningún ladrillo aburrido para especialistas, sino que nos cuenta cómo era la vida hace miles de años y la de cosas en común que todavía tenemos con nuestros antepasados.

   Y las lecturas que he elegido son:
- Un bonsai entre tú y yo, de F.J. Rohs.
- Ellas son mi suerte, de J.M. Cervera.
- Cuéntame una noctalia, de Mónica Gutiérrez.

Nos vemos por el blog de Serendipia. Abrazos.
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