Así es como empieza esta historia: "Anoche soñé que había vuelto a Manderley". Esta frase ha sido, durante mucho tiempo, una de las frases más famosas de la historia del cine. La película Rebeca, dirigida por Alfred Hitchcock en 1940, fue una de las películas más impactantes del momento y su ama de llaves, uno de los personajes cinematográficos más siniestros. Anoche, yo no soñé con Manderley, pero, después de ver la película, sí soñé muchas veces con Mrs. Danvers.
Nadie como Hitchcock podía plasmar mejor el misterio, el miedo y la angustia que la protagonista siente desde que pone los pies en Manderley: el misterio que envuelve todo lo relacionado con la anterior señora de Winter, Rebeca, el miedo que le provoca la mirada petrificadora del ama de llaves y la angustia por no estar a la altura de aquella mansión y de la anterior dueña de la casa, a la que todos parecían adorar (tanto en el libro como en la película, no se nos dice el nombre de la protagonista, mientras que el de Rebeca aparece constantemente). Nadie como Hitchcock para hacernos sentir escalofríos ante un balcón que se abre de repente por un golpe de aire, mientras el ama de llaves nos petrifica con la mirada desde el otro extremo de la habitación. Más de una vez sentimos un repelús en la nuca cuando la vemos caminar, toda vestida de negro, por los pasillos de la casa o aparecer de repente tras una puerta. Nadie como Hitchcock para conseguir que Joan Fontaine mantenga una constante cara de angustia e indefensión. Cuenta la leyenda que el director permitió que Vivien Leigh, entonces casada con Laurence Olivier, estuviera permanentemente en los rodajes, haciéndole la vida imposible con sus celos a la actriz protagonista, para conseguir que esta no perdiera ni un momento su cara de pena. Sea como fuere, sí es cierto que muchos de nosotros sentimos la necesidad de abrazarla, al verla tan desvalida.
Y es que todo en esta película me resulta perfecto: la magnífica fotografía en blanco y negro, la sublime dirección del rey del suspense, la excelente interpretación de los actores. Me parece una digna representante de una época dorada del cine donde todo parece aparentemente muy sencillo, pero está lleno de elegancia, de clase, de cuidado en los detalles.
¿Y el libro? El libro ha estado en los estantes de mi casa desde la noche de los tiempos, manoseado y casi desencuadernado por mi madre de las veces que lo había leído. Sin embargo yo, que vi la película por primera vez siendo todavía adolescente, nunca fui capaz de leer la novela, temiendo no poder deshacerme de la imagen de los protagonistas y temiendo también que me defraudara. Tanto me había gustado este film, que estaba casi segura de que la novela no llegaría a su nivel.
Es curiosa la relación entre un libro y su película. Hace muy poco que Lady Aliena escribía sobre esto en su blog Páginas y secretos: "Literatura vs cine", y nos hablaba de la influencia de una sobre el otro y viceversa. Fue entonces cuando decidí enfrentarme a esta novela de una vez por todas, justo después de volver a ver la película, sentada tranquilamente en el sofá de mi casa, armada con papel y lápiz para anotar, lo confieso, todos los fallos que pudiera encontrar.
Solo puedo decir que, por primera vez en mi vida, las imágenes del cine no me estropearon para nada lo descrito en la novela, porque Hitchcock consiguió ser fiel a las partes más importantes de la historia, a los diálogos más inquietantes, a las escenas más misteriosas. La definición que la autora, Daphne Du Maurier, hace en su novela de algunos de los personajes parece haberla hecho después de conocer a los actores, especialmente el ama de llaves, uno de los personajes que pasarán a la historia del cine, sin ninguna duda. Me pregunto si aquella actriz pudo interpretar algún otro papel después de este.
Aunque lógicamente la película no refleja todo lo que pasa en el libro, sí es una de las adaptaciones más fieles que he visto. Sin embargo hay diferencias, pero no os las voy a contar. Estas diferencias son, precisamente, las que hacen que merezca la pena leer la novela. ¿El orden que hay que seguir en este caso? Es lo de menos, estoy segura de que, de cualquier forma, os atrapará. Y si me equivoco, aquí os espero para que me saquéis de mi error.