Es tiempo de héroes, grandes y valientes, a los que aplaudimos todos los días desde los balcones para que sepan lo agradecidos que estamos. Y también de héroes modestos y con miedo, pero dispuestos a ayudar como puedan, quedándose en casa, cumpliendo las normas, cuidando de los suyos.
Y es que hay muchas formas de ser valiente, de enfrentarse a los problemas, de no resignarse. Hace unos días os hablaba de La colina del Almendro y de su protagonista, Mary Ellen, y su lucha contra lo que le tocó vivir. Hoy os hablo de Circe, de Madeline Miller, y de su especial manera de revelarse contra su destino.
Es cierto que Circe no era una mujer cualquiera. Hija de dioses, amante de Ulises, entre otras cosas, dominaba las artes de la magia. Pero, precisamente esto era su calvario. En esta magnífica novela, Miller da vida a una heroína que lucha y se sobrepone a su destino, y lo hace con una carga propia de la que no puede librarse, porque está en su propia naturaleza. La dota de conciencia, algo de lo que solían carecer los dioses, y la hace evolucionar a lo largo de la novela. Vemos como la Circe niña pierde sus ilusiones y su inocencia y se vuelve desconfiada y solitaria. Como ocurre con otras heroínas, cuando parece que no tiene salida y que lo lógico es rendirse es cuando se muestra más fuerte y más decidida.
El hilo conductor de esta historia son las propias reflexiones de la maga, el repaso que hace de su vida y de las decisiones que ha tomado, de los hombres que ha conocido y de las personas que la han lastimado, pero también de quienes la ayudaron y la amaron. Es mujer antes que maga o que diosa, y actúa más por su corazón que por "cólera divina".
Había leído muchas cosas sobre este personaje mitológico, pero nunca lo había encontrado tan humanizado y tan creíble. Un gran trabajo el de Madeline Miller, lo mismo que el de Alanza Editorial, con una edición cuidadísima que da gusto tener entre las manos. Y no digo nada ya del regalo con el que venía acompañado.
En estos días de héroes, y heroínas, esta puede ser muy buena lectura.
En estos días de héroes, y heroínas, esta puede ser muy buena lectura.