Se dice, y por desgracia también se comprueba, que valoramos realmente las cosas cuando las perdemos. Pues bien, yo estoy valorando, y mucho, mi rutina. En un intento por mantenerla, aunque sea artificialmente, he decidido dividir la jornada de la manera más parecida posible a como suelo hacerlo habitualmente, haciendo cambios aquí y allá cuando hace falta adecuarse a la situación.
Los lunes, por ejemplo, me gusta caminar al salir del trabajo. Voy paseando por la calle, viendo escaparates y entrando en alguna que otra tienda, y terminando, un lunes sí y otro también, en La casa del libro, no sé si por culpa de mis pies o de mi pensamiento. Así que, al terminar mi teletrabajo, me he paseado por algunas tiendas online, muchas de ropa (posiblemente necesite ampliar tallas) y otras de libros, hasta dar con mis dedos en mi destino habitual.
Al entrar, me gusta acercarme primero a los expositores de los libros más vendidos, aunque nunca suelen atraerme los títulos que encuentro. En esta ocasión, sin embargo, me ha llamado la atención más de uno: Tierra, de Eloy Moreno, o A corazón abierto, de Elvira Lindo; y me ha arrancado una media sonrisa 1984, de George Orwell.
Imagen tomada de web de La casa del Libro |
Después, me recorro las estanterías de infantil, porque no me resisto a hacer una selección mental de posibles títulos para mis sobrinos. Me encanta imaginar cuál le encajaría a cada uno de ellos, mientras paso revista a sus trastadas y a sus proezas.
Imágenes tomadas de web de La casa del Libro |
Y por último, hay días en los que me apetece echar un vistazo a la literatura en otros idiomas, con la esperanza de no perder lo poco que he aprendido.
Imagen tomada de web de La casa del Libro |
Ya es hora de irme. Llevo unas cuantas buenas ideas para anotar en mi libreta de posibles. A ver si voy dando salida a los libros que tengo en la recámara parar sustituirlos por otros nuevos.
Mañana tocaría gimnasio. Tendré que echar mano de esos miles de enlaces que nos estamos intercambiando unos y otros para salir mínimamente en forma del confinamiento. Hasta la próxima.
Hay que buscar la formas :)
ResponderEliminarBesos.
Exactamente ;D. Abrazos
EliminarMuy divertida tu entrada e instructiva! Abrazobuho o mejor dicho codo con ala.
ResponderEliminarGracias, chicas. Saludos con el codo por el momento.
EliminarTienes razón: bendita rutina que echamos de menos al perderla. Saludos a un metro de distancia.
ResponderEliminarPero cerca con el pensamiento ;).
EliminarPues sí. Ahora hay más tiempo para leer y para encontrarnos a nosotros mismos. Gracias por la entrada. Besos.
ResponderEliminarGracias a ti. Y, como bien dices, a encontrarnos, y si no nos gusta algo de lo que encontremos, mejorarlo; es ahora o nunca. Abrazos virturales.
EliminarYo la verdad es que lo llevo bastante bien y eso que tengo a los dos peques en casa 😅 También es verdad que me ha pillado de baja maternal y la rutina no me la ha cambiado mucho.
ResponderEliminarBesos y disfruta de la lectura. A mi también me encanta ver libros tanto en físico como online 😊
Pues disfruta mucho de esos peques :), y lee todo lo que puedas para que podemos tomar consejo de tus reseñas. Abrazos virtuales.
EliminarTocaya me encantó este post... Te mando un beso.
ResponderEliminarRecibido y guardado en lugar seguro ;D. Otro para ti.
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