En estos días que acaban de dejarnos, en los que tanto se habla de sueños, de magia, de ilusiones, me gusta imaginar como sería mi vida si se cumplieran esos sueños. Os aseguro que no habría ni diamantes, ni abrigos de visón, ni coches deportivos, ni actores de Hollywood a mi lado (bueno, mentira, alguno sí que habría, jeje). Habría libros, muchos libros, y serían todos míos.
Foto de Lara Swimmer |
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Si hoy en día pueden ocurrir cosas como estas, aunque sea en un país lejano llamado Estados Unidos, ¿por qué no podemos imaginar todo lo que queramos? ¿Por qué no soñar lo inimaginable?
Por ejemplo, a mí me gusta imaginar que un gran aristócrata, a quien alguien le ha hablado de mí, decide que ya va siendo hora de poner en orden los papeles familiares y, sobre todo, reorganizar la gran biblioteca de una de las mansiones de la familia, situada en un sitio tan maravilloso como la colección de libros que guarda. Entonces, se pone en contacto conmigo, yo acepto el trabajo y, en un abrir y cerrar de ojos, me veo rodeada de grandes estanterías de madera repletas de libros increíbles, todos para mí, para catalogar y clasificar. Y por si esto fuera poco, entre ese mundo de libros olvidados y mal organizados, descubro una auténtica joya bibliográfica que me pone los pelos de punta y me hace perder la respiración. Y no me pongáis esa cara; este sueño mío es tan increíble como montar una biblioteca pública en un antiguo centro comercial, no me digáis que no.
Así que, voy a seguir soñando con grandes bibliotecas, con miles de personas aficionadas a ellas y con instituciones políticas dispuestas a levantarlas. ¿Por qué no?
Así que, voy a seguir soñando con grandes bibliotecas, con miles de personas aficionadas a ellas y con instituciones políticas dispuestas a levantarlas. ¿Por qué no?
Aquí en Sant Sadurní d'Anoia, pueblo con 12 mil almas, en Barcelona, Cataluña, ha sido aprobado en el pla municipal la reforma de un viejo y abandonado edifício que ocupa toda una manzana delante de plaça más popular del pueblo, para que sea la nueva biblioteca. Las obras ya han empiezado.
ResponderEliminarPues enhorabuena.
EliminarNo me puedo creer que alguien tenga esas ideas tan maravillosas como la de crear una biblioteca en las instalaciones de un centro comercial. ¡Qué guay!.
ResponderEliminarPor cierto, seguro que ese aristócrata necesita dos bibliotecarias. Juntas haríamos un buen trabajo;-)
Besotes y a seguir soñando.
Ya lo creo. Se iba a quedar la biblioteca "niquelá"... ¡Ay! Qué bonito es soñas. :D. Abrazos.
EliminarPues me parece una idea genial.
ResponderEliminarPues sí. La podían copiar. Abrazos.
EliminarEstá claro que también pasan cosas buenas aunque no nos las quieran contar o se cuentan en sitios pequeños. Pero podemos seguir soñando.
ResponderEliminar"Debemos" seguir soñando. Y seguir buscando más cosas buenas ;D. Abrazos.
EliminarNo se puede vivir sin soñar, y tu sueño es precioso, pero si aparece ese aristócrata y encuentras la joya bibliográfica que quite la respiración, no te olvides de comentárnoslo para que pasemos por esa biblioteca familiar y, aunque sea a escondidas y con poca luz, también podamos leer esa maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja. Tranquila que si aparece ese aristócrata o quien sea, me da igual el rango, va a ser más sonado que si descubren al monstruo del lago Nes. Yo organizaré yo visitas guiadas, ;D. Abrazos.
EliminarSi, soñemos.
ResponderEliminarPd. Yo quiero una biblioteca como esa...
Besos
Ya te digo, :-) . Abrazos.
EliminarMira si se hiciera algo así en este país, sería un milagro. Aquí en vez de abrir, cerramos. Una pena. Habría que tomar ejemplo de estas iniciativas. Besos tocaya.
ResponderEliminarPues sí. Pero oye, lo mismo cunde el ejemplo, nuncs se sabe. Abrazos.
EliminarCreo que es algo muy importante hoy en día, seguir teniendo sueños y no perder la ilusión por que en algún momento lleguen a hacerse realidad...
ResponderEliminarBesos
Confieso que muchos de mis sueños son pelín creibles, pero soñar es gratis. Abrazos.
EliminarUna entrada preciosa, Marisa. En mis sueños tampoco hay joyas ni cosas de esas (un actor de Hollywood sí, yo también, je-je).
ResponderEliminarLa historia de la biblioteca de Texas me ha encantado, y estoy de acuerdo en que si algo así ha podido suceder, cualquier cosa que soñemos será factible también.
Ojalá se haga realidad tu maravilloso sueño bibliotecario.
Besos.
Bueno, lo de mi sueño lo veo un poco difícil, :-) , pero lo de la biblio... quien sabe. Abrazos.
EliminarMe encanta ese sueño tuyo, precioso! Espero de corazón, que se cumpla.
ResponderEliminarBesitos
Uys, lo veo un poco complicadillo, jeje. Abrazos.
EliminarEn mi ciudad teníamos un antiguo almacén de vino que ocupa toda una manzana y que llevaba años cerrado hasta que en 2001 empezaron a rehabilitarlo como centro cívico polivalente. Desde hace cuatro años disfrutamos de una biblioteca (mediateka) maravillosa y de mil cosas más. Es este: http://www.alhondigabilbao.com
ResponderEliminarSigue soñando porque, a veces, los sueños se hacen realidad.
Un saludo.
No sabe la alegría que me das, hay espetanza. Como nos ontaba tambien Flavio en el primer comentario parece que estas cosas pasa, por suerte, :-) . Abrazos.
EliminarPerdón, perdón, por tantos errores: cuando no escribo desde el ordenador, me es casi imposible no cometer errores... Lo siento :(
EliminarComparto tu sueño: creo que para los que amamos los libros, trabajar en una biblioteca sería una especie de paraíso terrenal. Quién sabe, quizás si lo pides con mucha fuerza se acabe cumpliendo! 1beso!
ResponderEliminarOjalá. Lo soñaré con los puños cerrados. ;-). Abrazos.
EliminarYo también comparto tu sueño, aquí han cerrado algunas bibliotecas y es una verdadera lástima.
ResponderEliminarLo dicho, este año... me uno a tu sueño
Besos
Gracias. Quizás uniendo muchas energías, esto cambie. Abrazos.
EliminarMe sumo a ese sueño, sin dudarlo!! ;.)
ResponderEliminarBieeen, cuantas más mejor. Abrazos.
EliminarEncantada de pasarme por tu blog y, si compartimos cosas, me quedo. Abrazos.
ResponderEliminarEste es uno de esos sueños que merecen cumplirse. Me encanta la historia del centro comercial convertido en biblioteca, como la calabaza convertida en carroza para el pensamiento.No debería ser una rareza. Creo recordar q que en Santander se reconvirtió el antiguo edificio de Tabacalera en biblioteca o centro cultural... Creo.
ResponderEliminarSeguro que hay más de un caso también por estos lares, pero casi seguro que fue hace ya bastante tiempo. En los últimos seis o siete años me extraña que se haya invertido en bibliotecas, pero ojalá me equivoque, :). Abrazos.
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