Eso fue lo primero que pensé a medida que avanzaba en la lectura de Circo Máximo, de Santiago Posteguillo. Las imágenes que surgían de esta novela se agolpaban en mi cabeza de una forma brutal. Toda ella era puro cine: impactante, interesante, emocionante y otra mucha cantidad de "...antes" que se sucedían de una forma casi vertiginosa a lo largo de la lectura. Si Cecil B. DeMille viviera ahora, se estaría peleando con todo Hollywood para hacer la película.
Se ha escrito ya mucho sobre esta obra en multitud de reseñas "blogueras" así que no creo que vaya a descubrir nada nuevo, ni a desvelar ningún misterio de su argumento. Estoy segura de que todo el mundo sabe ya de qué va este libro y qué es lo que se cuenta en él. Por eso, después de mucho pensar en cómo enfocar esta entrada, he llegado a la conclusión de que la única manera posible es contar, solo, mis impresiones, mis sentimientos y todas mis sensaciones, que han sido muchas. Para conocer el argumento, podéis pinchar aquí y leerlo de primera mano.
Me he comido las uñas, se me ha escapado alguna que otra lagrimilla, he tenido el corazón en un puño en más de un capítulo y he sentido repulsión en algún otro. Como resumen, este libro ha sido un buen montón de sensaciones.
Para empezar, decir que la novela está perfectamente contada para llegar fácilmente al lector: es un lenguaje claro y directo, sencillo pero efectivo. Los términos latinos usados en el libro están ahí para darnos a conocer numerosas facetas del modo de vida de la antigua Roma, perfectamente entrelazados con la marcha de la novela, para que nada nos distraiga, explicando su significado al tiempo que sigue la narración normal de los hechos.
Para empezar, decir que la novela está perfectamente contada para llegar fácilmente al lector: es un lenguaje claro y directo, sencillo pero efectivo. Los términos latinos usados en el libro están ahí para darnos a conocer numerosas facetas del modo de vida de la antigua Roma, perfectamente entrelazados con la marcha de la novela, para que nada nos distraiga, explicando su significado al tiempo que sigue la narración normal de los hechos.
El trabajo de documentación del autor ha sido bestial. No solo lo comprobamos en la enorme bibliografía que presenta al final del libro, sino también en la cantidad de detalles que incluye en la historia para permitirnos tener una idea clara del ambiente en el que se desarrolla todo: desde cómo van vestidos los personajes o las partes de los edificios más importantes, hasta los distintos cargos profesionales y religiosos, las leyes y las costumbres más cotidianas. La sensación de realidad es enorme. Todo es absolutamente verosímil, tanto que, mientras leía, me entraban unas ganas locas de correr hacia mis polvorientos apuntes universitarios y ponerme a investigar otra vez.
Pero no solo es historia, es sobre todo intriga y acción y sentimientos y personajes, porque yo me he encontrado con personajes de carne y hueso a los que he llegado a querer o aborrecer. Los malos son muy malos, pero los buenos, a veces también, lo que les da un puntito de realidad muy importante. Además, el autor sabe cómo mantener la tensión para que nos enganchemos a la lectura, alternando las distintas tramas que aparecen en la historia y dejándolas, a veces, en el aire, hasta el siguiente capítulo. En mi vida he estado tan pendiente de una batalla o de cómo se construía un puente y, ni qué decir tiene, de cómo transcurría una carrera de cuadrigas; me río yo de las competiciones de Fernando Alonso.
Solo puedo decir que hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto con un libro, con una historia que me entretuviera y me hiciera pasar un buen rato, que me enganchara hasta el punto de no poder dejarlo hasta saber cómo se resolvía tal o cual situación. Un libro que me ha hecho recordar a otros anteriores que me absorbieron de la misma manera, como Los pilares de la tierra o El médico, libros del más puro estilo de entretenimiento que cumplen magistralmente con esta función. Este ha sido uno de esos libros apasionantes que me ha hecho pensar en las mejores superproducciones de la era dorada del cine.
Pues sí que te ha entusiasmado la lectura... A mi me cuesta mucho la novela histórica, pero tengo a Posteguillo como un autor que me puede facilitar acercarme a este género.
ResponderEliminarBesos!
No he leído nada de este autor, es uno de mis eternos pendientes y eso que la novela histórica es uno de mis géneros favoritos. Besos.
ResponderEliminarA pesar de tu opinión no creo que sea un libro para mí.
ResponderEliminarLa novela histórica me fascina, pero un libro tan tocho, ahora, no es para mí. Quizá en un futuro me decida, pero ahora no. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarBesos.
Tengo una deuda pendiente con Posteguillo, solo he leído ese libro de Frankestein peor su faceta histórica ni tocada está. La verdad es que desde las primeras reseñas me llamó la atención peor sin duda, tu reseña es de las más entusiastas con las que me he topado.
ResponderEliminarUn beso
Para Ana:si te decides a leerlo, ya verás como te resulta cómodo. Abrazos.
ResponderEliminarPara Manuela:es lo primero que leo de él y para este género me parece un gran opción. Abrazos.
Pra Albanta: nadie como uno mismo para saber lo que nos gusta, verdad?
Para Aliena: eso decía yo, qué tocho! Después me lo he merendado en un pispás,:-)
Para Marilú: sí, es verdad, me ha entusiasmado. Es el típico libro para disfrutar, sin más pretensiones. Abrazos
Muy buena entrada, como siempre. Sin embargo, de momento se queda en mi lista de pendientes, que va creciendo y creciendo. Cuando me ponga a cumplirme me voy a tener que retirar a un monasterio o algo para poder ponerme al día.
ResponderEliminarTengo al autor pendiente, pero nunca encuentro el momento de ponerme con semejantes tochos
ResponderEliminarBesos
Nunca lo hubiera imaginado así, tan visual. Me da mucha pereza la historia en sí, además de que son varios tochos, pero me has pinchado con lo del cine, me lo planteo. Eres una mala influencia.
ResponderEliminarBesos
Ya la tenía en la lista de posibles lecturas, pero después de todo lo que has dicho (me ha encantado el post) aún le tengo más ganas. No es que lea mucha novela histórica pero Los pilares de la Tierra por ejemplo, también me gustó muchísimo, así que no veo por que no puedo disfrutar con esta también.
ResponderEliminarBesitos!
Para Grants: tranquila, yo te acompaño, pero a un balneario mejor. :-) .
ResponderEliminarPara Carax: el ni he notado que fuera un tocho, quizás porque lo leí en e-book.
Para Nora: la historia supera a cualquier novela; ya te lo digo yo. Ah, y espero pervertirte más a menudo, je, je.
Para Alicia: por qué ese miedo a la Historia? En serio, es el mejor culebrón que hay. Ánimo!
Abrazos.
Tengo un montón de ganas de leer este libro, y si me hablas de Cecil B. DeMille, me convences por completo. Lo tengo reservado para más adelante, porque es un poco tocho y ahora no es el momento, pero por su puesto que lo voy a leer. Ya le tenía el ojo echado, pero aunque no lo hubiera hecho, con reseñas como la tuya, ¡cómo resistirse!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de haberte animado. Estoy deseando conocer tu opinión. Abrazos.
EliminarLo leí el año pasado y también me gustó mucho. Me daba un poco de pereza por el número de páginas pero una vez que empiezas las hojas vuelan. La verdad es que es un libro muy completo porque además de novela histórica no le falta ningún otro elemento
ResponderEliminarBesos
Llevas mucha razón: la Historia es un elemento más, pero acompañado de todo el resto. Abrazos.
EliminarNo lol he leído todavía, te diré que estuve en la presentación que fue igual de fascinante, transmite auténtica pasión por lo que escribe. Un besote!
ResponderEliminarTe creo, debió ser increíble. A mí me encantó en la entrevista de Página2, de TVE... ¿Te animarás a leerla? Ya me contarás. Abrazos.
EliminarLe tengo muchas ganas a este libro y tu reseña no hace más que ponerme los dientes largos, larguísimos. A ver si voy quitándome lecturas y le hago hueco.
ResponderEliminarUn saludo.
Anímate. Es tan entretenido que las hojas pasan volando, :-). Abrazos.
EliminarIgual que Marilú, sólo he leído el de Frankenstein y tengo pendientes las históricas. Con esta reseña me apetecen más, es el hecho de ser una trilogía lo que me asusta un poco. Pero acabaré poniéndome con él, no se cuándo pero lo haré. Llevo mucho tiempo dejando de lado a la novela histórica y este puede ser el modo de volver a ella.
ResponderEliminarPues la pintas tan bien que costará resistirse. Precisamente me llegó la semana pasada (fue mi pedido a Círculo de Lectores, bueno el de mi marido). Él sí suele leer a Posteguillo pero yo solo me he acercado a un libro suyo y mucho más liviano. No sé qué haré. Besos.
ResponderEliminarPara Zazou: Yo solo he leído esta parte, no las demás de la trilogía, y no he tenido ningún problema, todo se entiende a la perfección. Así que...ánimo. ;D.
ResponderEliminarPara Marisa: Si s+te apetece pasar un buen rato, estar muy entretenida, quítaselo a tu marido en cualquier descuido, jaja...
Abrazos a las dos.
A mi también me encantó, este hombre escribe fenómeno y consigue que libros de mil páginas se nos terminen en un suspiro. La trilogía? de menos a más y eso que empieza bien alto.
ResponderEliminarBesos
Pues nada, iré a por la trilogía ;-). Abrazos.
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