El cumpleaños secreto. Kate Morton
Esta
escritora ya me encandiló con El jardín olvidado. Después, con La
casa de Riverton empecé a cogerle el "truqui": un misterio
oculto durante años, varias generaciones implicadas, varias épocas
mezcladas en el relato, etc. Pero en esta novela va mucho más allá;
además de seguir los trazos de sus novelas anteriores, trata de
presentarnos los sentimientos de los protagonistas, la trama es solo
la excusa.
Como
en sus otras novelas, la escritora australiana nos presenta un
ir y venir constante entre el presente y el pasado, pero de forma
sencilla, cerrando cada pequeña historia de manera que podamos
seguirlas todas sin confundirlas entre sí y también, mantener así
nuestro interés.
Aquí
nada es lo que parece, ni las situaciones, ni los personajes, ni los
recuerdos. Todo se mezcla de manera que nos lleve, poco a poco, a la
verdadera historia que quiere contar la escritora: la vida
entrelazada de Doll, Jimmy y Vivien. Todo lo demás son excusas para
tenernos enganchados, excusas muy bien montadas, por cierto.
Otra de las cosas que me gustan de Kate Morton (como de otras escritoras
de tradición británica) es la gran facilidad que tiene para
retratarnos los ambientes familiares, a través de pequeños rituales
domésticos como la preparación del té, una reunión familiar en la
cocina o el recibimiento de los invitados.
Pero
esta novela me ha mostrado otra faceta de la autora que no había
encontrado hasta ahora: la ternura. Aquí no se trata solamente de un
antiguo secreto familiar que descubrir, o de un sórdido pasado que conviene ocultar. Lo realmente importante es el
amor de una hija hacia su madre, en los últimos momentos de su vida,
su deseo de verla descansar en paz y su interés por descubrir como
fue su madre realmente.
Es
curioso, nunca vemos a nuestros padres como otra cosa que no sea
"nuestros padres", como si no hubieran sido jóvenes, o no
hubieran tenido un pasado, o una vida que nada tenía que ver con
nosotros. Aquí, sin embargo, la hija de una de las protagonistas,
está dispuesta a descubrir el que parece el oscuro pasado de su
madre, sin dejar en ningún momento de quererla, al contrario,
dispuesta a asumir todo lo que descubra y a hacer que su madre se
marche de este mundo libre de cargas.
No es
una novela sórdida, ni triste (a pesar de algunos acontecimientos),
ni derrotista. Al contrario, nos muestra muchas de las virtudes de
algunos seres humanos, incluso en los momentos más difíciles como
puede ser una guerra mundial.
He
disfrutado mucho leyéndola, he sentido tensión e intriga, pero
sobre todo me ha emocionado y mucho, y tengo que confesaros que, al
final, se me escaparon unas lagrimitas. ¡Qué le voy a hacer!
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