Hay libros que tienen el poder de un bálsamo: calman y reconfortan. No sabes muy bien por qué, pero mientras lees, tienes una enorme sensación de bienestar. Leyendo Un hotel en ninguna parte, además, me he encontrado leyendo un sueño, el que yo he tenido miles de veces, el que puede que muchos de vosotros hayáis tenido también: la existencia de un lugar especial, casi mágico, al que huir cuando ya no puedes más y quieres romper con todo.
Cuando empecé a subir la cuesta embarrada y casi intransitable que lleva al hotel El bosc de les fades, empecé a meterme de lleno en una trama idílica y un poco mágica. La forma dulce y siempre elegante de escribir de Mónica Gutiérrez tiene la virtud de crear una atmósfera tan agradable que hace de esta historia una especie de cuento. Un cuento que, sin embargo, está contado a través de largos y maravillosos correos electrónicos, como si la tecnología diera un punto de realidad a la magia que lo envuelve todo: personajes, situaciones, entorno.
Un ambiente brumoso y húmedo envuelve este hotel, antiguo monasterio benedictino, y lo rodea de un halo mágico. La lluvia casi constante se convierte en parte del escenario, tanto como su jardín inglés o el maravilloso bosque que lo guarda todo. A él llega Emma, antigua concertista de violín, convertida en camarera de habitaciones ante la necesidad de huir de su vida anterior. Allí conoce a los hermanos Tristan y Samuel: el primero divertido, encantador y mujeriego, y el segundo serio, responsable y un poco aburrido y solitario. Y a partir de aquí, todo es posible: podemos encontrarnos desde un premio novel de literatura, huraño y gruñón, a un excelente cocinero que dedica su tiempo libre a tocar en un grupo de heavy metal. Y todo lo iremos conociendo a través de los correos que Samuel, Tristan y Emma van enviando a lo largo del libro, porque: "En este lugar, cualquier cosa es posible con un poco de imaginación y la voluntad necesaria como para sentirse feliz en medio de ninguna parte".
Eso es lo que irradia esta historia: felicidad, buen rollo, esperanza, toques de ironía; todo envuelto en lluvia, en música heavy metal, clásica o de Cole Porter, con violín, batería o piano, y acompañado de humeantes tazas de riquísimo té o de chocolate caliente. Cuando consigues encontrar este mágico hotel y conocer a sus ocupantes, es difícil marcharse de allí sin un poco de nostalgia y sin una pequeña hada colgada de alguna de las maletas.
Lo apunto sin lugar a dudas. Esos ambientes me han llamado la atención desde que tengo uso de razón. Buscaré el libro. Gracias, guapa.
ResponderEliminarBesos.
Gracias a ti. Ojalá lo encuentres pronto y lo disfrutes cómo lo he hecho yo, :D. Abrazos.
EliminarNo he dejado de leer cosas buenas de este libro desde que salió, pero es justo tu fantástica reseña la que ha terminado por decidirme. No es sólo que me guste lo que cuentas, es que me has creado auténtica necesidad, creo que es el tipo de libro que debo leer en breve. Gracias.
ResponderEliminarBesos
Gracias Manuela, me alegro de haberte transmitido ese encanto que tiene la novela. Espero que te cause la misma impresión que a mí. Ya compararemos, ;D. Abrazos.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo, lo he leído hace unos días y es una de esas lecturas que te hacen sentir bien, me encanta cómo escribe Mónica
ResponderEliminarBesos
¿A qué sí? Tiene esa forma calmada y suave de hacerte sentir bien. Un abrazo Tatty.
EliminarQuiero leerlo pronto. Creo que es la lectura que necesito justo ahora.
ResponderEliminarTu reseña me ha enamorado.
Besos
Pues adelante. Me alegro de haberte ayudado a decidir, ;D. Abrazos.
EliminarCada vez que paso por aquí y te leo, la que se queda encantada soy yo :-) Un millón de gracias por el cariño y el encanto con el que has acompañado esta lectura. Me alegro que lo hayas disfrutado tanto como el anterior ;-) Un besote.
ResponderEliminarGracias a ti por escribir historias tan agradables, ;D; lo he disfrutado muchísimo. Abrazos.
EliminarAntes quiero leerme el anterior de Mónica pero desde luego este libro pinta muy pero que muy bien. Besos
ResponderEliminarMe parece una gran idea, :D. Abrazos.
EliminarLa portada de por sí ya me parece preciosa; es sugerente y evocadora. Además, me encanta todo lo de la felicidad y el buen rollo. Los libros optimistas nunca están de más y son buenos para cualquier momento. Apuntado queda, y espero disfrutarlo pronto.
ResponderEliminarBesos.
Es verdad, los libros optimistas siempre alegran el espíritu, :D. Abrazos Seri.
Eliminar¡Qué bonita reseña! Tiene el mismo tenor que el libro: cálida y confortable.
ResponderEliminarA mí también me encantó
Besos
Gracias Laky, he tratado de transmitir lo que he encontrado en el libro. Abrazos.
EliminarHoy mismo lo he terminado y, al leerte, encuentro que has puesto las palabras justas para las sensaciones que me ha causado la lectura. Como siempre, un placer leer tus entradas.
ResponderEliminarBesucos.
Lo que es un placer es que te pases por aquí, :D. Me alegro de que te haya gustado. Abrazos.
EliminarMuy buena reseña, Marisa. Mónica se supera en cada novela. Esas tazas de chocolate caliente o las catas del singular chef del hotel me ponían los dientes largos. Saludos.
ResponderEliminarHola Francisco. Gracias, me alegro de que te haya gustado, pero es muy fácil hacer una buena entrada con un libro tan agradable. ;D. Abrazos.
EliminarYa tenía habitación reservada y muchas ganas de ir ahora después de leerte.
ResponderEliminarAbrazos
Pues adelante. En ese hotel se está muy a gustito. Gracias por pasarte por aquí. Abrazos.
EliminarPues qué buena pinta. Tu reseña me hace animarme, a ver si puedo hacerme con él.
ResponderEliminarMuchos besos!
Me alegro de que te hayas animado. Si al final te decides, ya me contarás lo que te ha parecido. Abrazos.
EliminarMe alojaré en este hotel cuando queden habitaciones libres, que ahora todo el mundo está reservando! 1beso!
ResponderEliminarJajaja, haces bien, si no, habrá exceso de clientela, ;D. Abrazos.
EliminarNo lo he leído, pero el anterior de Mónica me dio la misma sensación, crea ambientes idílicos con los que todos hemos soñado alguna vez. Un beso!
ResponderEliminarAsí es Meg, creo que Mónica tiene un don para este tipo de historias. Abrazos.
EliminarHago reserva para este verano. Gracias.bss.ich
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