Mi madre tiene una curiosa forma de reír, parece que se está ahogando. Sabes que respira porque, a pesar de su carcajada asfixiada, tiene la boca abierta y oyes un leve "jijijiji" acompañado de lágrimas en los ojos. Esta risa, que parece necesitar el boca a boca, es muy contagiosa, tanto que, cuando te pilla cerca, tú también terminas cogiendo el aire a bocanadas y secándote las lágrimas.
Entenderéis que, después de preguntarle: -- "Jajajaja, qué lees, jajajaja". -- Y de que me dijera: -- "Jijijijiji una novela de asesinatos, jijiiji". -- Yo no pudiera hacer otra cosa que decirle: -- "Jajajaja, ¿me la prestas cuando la termines? Jajajaja". -- A lo que ella me contestó: -- "Jijijiji, pues claro jijijiji, mujer, jijiji". -- En fin, todo un diálogo para besugos.
Y así cayó en mis manos esta "supuesta" novela negra de Marco Malvaldi. En realidad, son tres pequeñas novelas de crímenes ocurridos en un pequeño pueblo de la costa de Italia, cerca de Pisa, La brisca de cinco, El juego de las tres cartas y El rey de los juegos.
A diferencia de otras novelas del género, aquí no hay detectives atormentados por una vida solitaria, ni viejecitas encantadoras y metomentodos, ni siquiera hombrecillos de bigote remilgado y muy, muy inteligentes. Ni hablar, aquí hay un bar, cuatro octogenarios casi jubilados que son la gaceta extraoficial del pueblo, todo el día dentro del bar, y un hombre de poco aguante, mucha ironía y harto de los "amantes de la petanca" (como él mismo los llama), dueño de ese bar.
Aquí se "cuecen" los mejores chismorreos de Pineta, pueblo costero venido a más por el turismo, sobre todo extranjero, debidamente cocinados y servidos por los cuatro ancianos que juegan a las cartas en la mesa que está debajo del olmo, porque no están dispuestos a sentarse en otro sitio, aunque sea cuestión de vida o muerte. Su dominio de las telecomunicaciones ("tele" de telepatía) es tal que se enteran de todo, incluso antes que el propio comisario que investiga los crímenes, lo que comunican convenientemente a todo el que se ponga a tiro, sobre todo al sufridor dueño del bar, Máximo, que se pasa las tres novelas, con ganas de ahogar a los ancianillos, mientras idea mil maneras para hacerles la vida imposible cada vez que invaden su bar. Será Massimo quien resuelva realmente estos crímenes, pero siempre con la intervención de los "adoradores del Gerovital" (otro apelativo cariñoso) que siempre tienen ideas nuevas que añadir.
Lo mejor de estas tres novelas ha sido la genial descripción del ambiente de Pineta y, también, el retrato de sus protagonistas y su sentido del humor; ese carácter italiano tan socarrón, mezclado con el afán de protagonismo que les hace tan particulares. Yo, que conozco un poco Italia, he recordado muchas cosas de las que he vivido allí: la mirada asesina cuando pedía un café con hielo, o la de burla cuando lo que pedía era un capuccino después de comer; la caballerosidad de los hombres italianos ante una jovencita bien dotada, que les hace doblar el espinazo hasta la ruptura, y su propio ritmo en las tardes de verano, en donde nada funciona como debe, al menos, claro está, en zonas pequeñas como Pineta.
Foto tomada de "paolettibibite.it" |
Lo de menos son los crímenes, aunque el autor consigue engancharnos lo suficiente como para estar pendientes de lo que pasa con las investigaciones y querer saber quién es el asesino. Lo mejor sigue siendo el "equipo" del BArLume, con las deducciones de los cuatro ancianos, el sentido del humor irónico y malhumorado de Massimo y la santa paciencia de Tiziana, la camarera, que tiene que lidiar con unos y con otros.
Han sido buenos momentos de risas y de misterio. Historias bien narradas, bien escritas (aunque la traducción podía haber sido mejor, en mi humilde opinión) y muy, muy divertidas, que utilizan el misterio y los crímenes para hacer un retrato social y político de la Italia actual, dando un buen repaso tanto al gobierno y a los partidos, como a las universidades o al propio Vaticano. En resumen, que la falta de aire de mi madre estaba totalmente justificada.
Me alegro que lo hayas pasado tan bien. Yo no lo conocía.
ResponderEliminarPues anímate, seguro que lo disfrutas. Abrazos.
EliminarMe ha encantado la entrada. jajajja.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado y me lo hayas dado a conocer.
Un beso.
Sí, la verdad es que es muy entretenido, y diferente. Abrazos.
Eliminarjajajaja ¡¡lo que me he reído imaginando la conversación entre tu madre y tú!!! :D Leí La brisca del cinco, y en verdad es un relato divertido, un lenguaje muy fresco. Me agradó mucho este autor, los abuelos del bar... Como comentas, lo de menos es resolver los casos ;)
ResponderEliminarBesos
Jajaja, sí, fue muy especial... Luego, me he reído más comentándolo con ella que cuando lo leía; cosas de la risa contagiosa. Abrazos.
EliminarCreo que éste lo dejaré pasar pero me alegro que te haya gustado ^^
ResponderEliminarPues haces bien; si no te convence, es lo mejor. Pero no lo descartes del todo. Abrazos.
EliminarHe pasado de no conocer este libro a leer dos reseñas en pocos días y cada vez me apetece más. Besos.
ResponderEliminarPues ánimo. Son unas historias muy agradables. Abrazos.
EliminarUna entrada muy divertida, a tono con el libro. Me lo apunto porque seguro que lo paso estupendamente bien leyéndolo y, aunque sea en otra parte de Italia, seguro que recuerdo mis años vividos allí.
ResponderEliminarUn saludo.
Seguro, Samarkanda. A mí me ha recordado muchos cosas :D. Abrazos.
EliminarMe cuesta lo del humor en los libros porque no le suelo pillar el punto. No me llama mucho por eso pero me alegro de que te hayas divertido,p.
ResponderEliminarAbrazos
Supongo que todo depende de qué tipo de humor o de cómo esté presentado. A mí me ha resultado muy natural, quizás por el tono irónico de los personajes. El humor no está tanto en las escenas como en los diálogos, que para mí es mucho mejor. Abrazos.
EliminarConocí La brisca de cinco esta semana, pues leí la reseña en algún blog... Me llamó la atención, pero tu reseña me ha terminado de convencer; siempre busco libros que me saquen alguna risa y me resulta muy difícil encontrarlos... 1beso!
ResponderEliminarPues creo que este puede ser uno de ellos. Ya me contarás, si te decides a leerlo. Abrazos.
EliminarNo conocía los libros pero unas risas siempre son bien recibidas. Me ha gustado el diálogo con tu madre, jejeje y sobre todo que tenga airw y buen motivo para perderlo :)
ResponderEliminarBesos
Ay, pobre, si ella supiera que me dedico a hablar de su risa. Lo mejor ha sido comentar los libros con ella, las risas han sido mayores, :D. Abrazos.
EliminarNo lo conocía, pero si es tan divertido, me lo anoto, que bien vienen unas risas de vez en cuando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no vienen mal, no. Siempre se ensancha el alma con las risas, ;D. Abrazos.
EliminarNo lo conocía y aunque el humor es un aspecto que no me suele llamar la atención, me has dejado con ganas de leerme este libro, parece una mezcla para disfrutar
ResponderEliminarBesos
Claro. Es que el humor está en la forma de presentarnos las historias y en los diálogos de los personajes. Eso hace que no sea algo forzado. Abrazos.
EliminarNo lo conocía, pero oye, se tanto has disfrutado, me lo llevo derechito a mi lista!
ResponderEliminarBesos
Pues haces muy bien, no creo que te arrepientas, y si lo haces, aquí estoy para asumir mis culpas, jeje. Abrazos.
EliminarMe encantan los libros con humor y este tiene buena pinta. Me lo apunto y, si lo leo, espero ahogarme de risa como tu madre ;)
ResponderEliminarPero asegúrate de tener cerca quien te haga el boca a boca; si no, la risa puede ser "mortal", ;D. Abrazos.
EliminarJejeje lo que me he reído con el diálogo de besugos jejejeej.. Mira este autor me está persiguiendo. No hago más que ver libros escritos por él, así que si se me cruza lo cazo al vuelo. Besotes
ResponderEliminarAh, a lo mejor es el destino, ;D. Creo que lo disfrutarías, fíjate. Abrazos.
EliminarPues no lo conocía, y sin duda me lo apunto, a ver si me contagia a mi también :-) Un besote!
ResponderEliminarOjalá. Son 3 novelas muy entretenidas, y los diálogos muy contagiosos. Abrazos.
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