lunes, 21 de abril de 2014

Capítulo XV. Y la lió Rocinante

Sí, parece mentira, ¿verdad? Tan tranquilito como parecía. Rocinante se "desata" y mete a su amo y al escudero de su amo en un buen lío. Estaban todos descansando a la sombra de unos árboles, comiendo alguna cosilla ligera, cuando Rocinante siente la flecha del amor y se lanza como un loco a "meter la pezuña" entre las patas de una yeguas que pastaban por allí cerca: 
"Sucedió, pues, que a Rocinante le vino en deseo de refocilarse con las señoras jacas, y saliendo, así como las olió, de su natural paso y costumbre, sin pedir licencia a su dueño, tomó un trotillo algo pacadillo, y se fue a comunicar su necesidad con ellas; mas ellas, que a lo que pareció, debían de tener más gana de pacer que de él, recibiéronle con las herraduras y con los dientes, de tal manera que a poco espacio se le rompieron las cinchas, y quedó sin silla en pelota."
   ¡Ay! Si eso le pasara a más de uno, fuera caballo o no. En fin, sigamos. 
  Los dueños de las jacas, unos gallegos de armas tomar, no están por la labor de que mancillen a sus niñas así que, ni cortos ni perezosos, le dan pa'l pelo al "salidillo" de Rocinante y provocan el enfado de don Quijote que lo está viendo todo desde lejos. Se lanza a defender a su rocín y se lleva como premio una buena lluvia de palos que comparte generosamente con Sancho Panza.
   Y aquí comienza uno de los muchos parlamentos llenos de ingenio que existen en el Quijote, una de esas grandiosas conversaciones entre amo y sirviente que nos presentan la esencia de cada personaje y que veremos evolucionar a lo largo de la novela.
   Como don Miguel lo hizo mucho mejor que yo, prefiero dejaros unos fragmentos de esta genial charleta. Que lo disfrutéis.
"--A lo que veo, amigo Sancho, estos no son caballeros, sino gente soez y de baja ralea; dígolo, porque bien me puedes ayudar a tomar la debida venganza del agravio que delante de nuestros ojos se le ha hecho a Rocinante. 
--¿Qué diablos de venganza hemos de tomar-- respondió Sancho--, si estos son más de veinte, y nosotros no más de dos, y aun quizá no somos sino uno y medio?"

   Pero don Quijote insiste:
"(...) cuando veas que semejante canalla nos hace algún agravio, no aguardes a que yo ponga mano a la espada para ellos, porque no lo haré en ninguna manera, sino pon tú mano a tu espada y castígalos muy a tu sabor (...)".

   Y Sancho también:
" Señor, yo soy hombre pacífico, manso, sosegado, y sé disimular cualquiera injuria, porque tengo mujer e hijos que sustentar y criar". 
   
   ¿Hay motivo más fuerte que ese?
"(...) en alguna de las ínsulas que te tengo prometida, ¿qué sería de ti si, ganándola yo, te hiciese señor della? Pues lo vendrás a imposibilitar por no ser caballero, ni quererlo ser, ni tener valor ni intención de vengar tus injurias y defender tu señoría;(...)".
"En este que ahora nos ha acontecido-- respondió Sancho--, quisiera yo tener este entendimiento y ese valor que vuestra merced dice".

   Y añade:
"Señor, ya que estas desgracias son de la cosecha de la caballería, dígame vuestra merced si suceden muy a menudo, o si tienen sus tiempos limitados en que acaecen; porque me parece a mí que a dos cosechas quedaremos inútiles para la tercera (...)".

   En estas estaban cuando deciden ponerse en marcha, como pueden, y buscar un refugio para pasar la noche. Encuentran una pequeña venta que, naturalmente, don Quijote confunde con un castillo y así les dejamos, discutiendo si es venta o si es castillo; en su línea, ¡vaya!
   ¿Os animáis a leerlo de nuevo? Os aseguro que no os defraudará.

14 comentarios:

  1. Entre gigantes y castillos nuestro hidalgo se lo pasa de miedo. jajaj
    Besos.

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  2. Pobre Rocinante... La parte en que Do Quijote le dice a Sancho que es que el no puede luchar contra no caballeros y que la próxima vez ataque el solo me hizo soltar una carcajada
    Besos

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    1. Es que Sancho tiene las ideas muy claras; es el sentido común personificado. Abrazos.

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  3. Jajaja, este Rocinante...y este caballero obsesionado con castillos, vaya par!
    Besos

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    1. Bueno, Rocinante en este episodio está hecho un don Juan, ;D. Abrazos.

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  4. Venta o Castillo, y Rocinante que no falte, gracias por la nueva entrega. Un beso!

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  5. Don Quijote no sale de una para meterse en otra. Y Rocinante, el pobre se nos vuelve loco al ver a tanta yegua, pero el amor es poderoso, y si no, que se lo digan a su dueño, aunque no sé si las intenciones del "rocín flaco" eran tan caballerescas.
    Besos.

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    1. Me da a mí que no, nada de caballerescas, jejeje, bastante mundanas... Abrazos.

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  6. Vaya si la lió Rocinante... Pero de la manera en que acabó el capítulo, no creo yo que le queden muchas ganas más de refocilarse con desconocidas! 1beso!

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    1. No, muchas ganas no le quedarán, jejeje, ;D. Abrazos.

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  7. El caso es que por una cosa u otra estos siempre acaban igual, pobres...
    Besos.

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