lunes, 7 de abril de 2014

Capítulo XIII. Y seguimos con los pastores

Cervantes continúa entreteniéndonos con la historia intercalada de Marcela y Grisóstomo, pero solamente con algunas pinceladas, lo suficiente para engancharnos y dejarnos con ganas de más y así llevarnos al siguiente capítulo.
   En este capítulo, don Quijote y Sancho se unen al cortejo fúnebre que acompañará al desafortunado "pastor" muerto de amor. Aquí don Quijote volverá a explicar el porqué de su indumentaria y de su arrebatado amor por Dulcinea:
"(...) su hermosura sobrehumana (...); que sus cabellos son oro, su frente campos elíseos, sus cejas arcos del cielo, sus ojos soles, sus mejillas rosas, sus labios corales, perlas sus dientes, alabastro su cuello, mármol su pecho, marfil sus manos, su blacura nieve; y las partes que a la vista humana encubrió la honestidad son tales, según yo pienso y entiendo, que sola la discreta consideración puede encarecerlas y no compararlas".
   ¡Vamos! La típica mujer española. Aquí también, Cervantes aprovechará, como buen soldado que fue, para sacar la cara por su antiguo gremio frente a la labor del clero:
"(...) Quiero decir, que los religiosos con toda paz y sosiego piden al cielo el bien de la tierra; pero los soldados y caballeros ponemos en ejecución lo que ellos piden, (...) ; no debajo de cubierta, sino al cielo abierto, puesto por blanco de los insufribles rayos del sol en el verano, y de los erizados hielos del invierno. (...). Y como las cosas de la guerra, y las a ellas tocantes y concernientes no se pueden poner en ejecución sino sudando, afanando y trabajando excesivamente, síguese que aquellos que la profesan tienen sin duda mayor trabajo que aquellos que en sosegada paz y reposo están rogando a Dios (...). No quiero yo decir, ni me pasa por pensamiento, que es tan buen estado el de caballero andante como el de encerrado religioso; sólo quiero inferir, por lo que yo padezco, que sin duda es más trabajoso y aporreado, y más hambriento y sediento, miserable, roto y piojoso (...)".

   Con mucho tacto, eso sí, que cualquiera se despistaba por aquel entonces. Es un capítulo de lo más entretenido. Nuestro hidalgo defiende a capa y espada su "oficio" de caballero andante ante el burlón de don Vivaldo, que le tira de la lengua todo lo que puede sobre la "utilidad" de las enamoradas y, como siempre, nuestro caballero enseguida entra al trapo y defiende esta noble figura de "dama de caballero andante". Se hace también un repaso de la flor y nata de los grandes linajes españoles del momento, incluyendo la reciente creación inventada por don Quijote, los "Toboso de la Mancha" y se alaban las virtudes y cualidades del pobre Grisóstomo, muerto de amor por Marcela, entre las que no se menciona para nada la inteligencia, ¿por qué será?
   En fin, un capítulo bastante completo, que nos arranca una sonrisa y nos deja alguna que otra reflexión. Lo normal en El Quijote. Que lo disfrutéis.

17 comentarios:

  1. Lo tengo abandonado y me tengo que volver a poner v

    ResponderEliminar
  2. Parece que te está gustando, o ¿ son ideas mías? jajaj ;-)
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Yo este capítulo lo he pasado sin pena ni gloria, no estaba en condiciones óptimas cuando me puse a leerlo así que me temo que toca relectura.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Seguro que en la segunda vuelta le sacas el juguillo, ;D. Abrazos.

      Eliminar
  4. Si es que Cervantes sabía cómo engancharnos, nos daba unas pinceladas y nos dejaba con la miel en los labios. ¡Lo que da de sí un capítulo!
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, ahí está el truqui, en dejarnos a medias, ;D. Abrazos.

      Eliminar
  5. A mí me gusta la historia de Grisóstomo y Marcela, pero reconozco que esperaba un poco más de chicha en el argumento a estas alturas... Culpa mía, lo sé! 1beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que son capítulos cortitos y solo nos deja unos apuntes. Abrazos.

      Eliminar
  6. No, si al final me tendré que leer El Quijote que os lo estáis pasando como niños con zapatos nuevos.
    Un besín.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que sí, mujer. Además, en compañía se lee mejor. Abrazos.

      Eliminar
  7. A mí me pasa igual, me lo estoy pasando pipa con don Quijote y compañía. Disfrutando semana a semana. Jeje. Y como muy bien días, así despacito y en compañía, se lleva mejor.Besos!

    ResponderEliminar
  8. Yo tengo que ponerme con él un día de estos, que cada vez que leo tus entradas me entran ganas, jeje.
    Besitos

    ResponderEliminar
  9. La parte de los pastores esta dando juego, aún así tengo ganas de que vuelvan a las aventuras
    Besos

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...