Ayer, mientras leía la entrada sobre librerías escrita por Mientras
leo en su blog Entre montones de libros (que os recomiendo sin dudar), empecé
a sufrir un ataque de nostalgia. Recordaba momentos vividos en esas librerías pequeñas, en las que los libros están casi encajados buscando su sitio, o esas otras enormes, de amplios mostradores y libros bien presentados. Y de repente, empecé a oler a café, intenso y dulzón. Y supe que me había trasladado a esos cafés librerías donde, alguna que otra vez, había disfrutado de lo lindo, oyendo el
sonido de las hojas de aquellos libros leídos u
hojeados por los clientes. Y sentía el fortísimo
aroma de los cafés recién hechos que estos lectores saboreaban en silencio, o el de los vinos de aquellos que llegaban para el aperitivo, todos sentados
tranquilamente a sus mesas, algunos contemplando la calle a través
de las ventanas.
Hace años, una loca de los libros
soñaba con montar un café librería en el que poder pasar el tiempo
entre papel y tinta y poder sentirse acompañada de otros locos como
ella que saborearan esos libros mientras se tomaban su bebida
favorita.
Aquel sueño se quedó en el tintero,
así que ahora paseo mis ganas por los sitios que podían haber sido
míos y no fueron, pero que me acogen como si supieran lo que una vez
soñé. Y ahora, con vuestro permiso y el de esa mesa que se acaba de
quedar libre junto a la ventana, voy a tomarme un café con leche
bien calentito, una pequeña chocolatina cortesía de la casa y
alguno de los libros que empapelan los muros. Con permiso.
Marisa, compartimos sueño... Efectivamente no pasará de ahí, pero es tan bonito soñar.
ResponderEliminarBesotes.
Tan bonito y tan barato... ¡Ays! Abrazos.
EliminarEs una idea muy bonita pero tal y como están las cosas no la veo muy practica.
ResponderEliminarJajaja, no Albanta, no es práctica, nunca lo ha sido ^_^`. Abrazos.
EliminarEs una idea maravillosa, tiene que ser una delicia sentarse a tomar un café rodeada de libros... es una pena que nadie o casi nadie se decida a llevarla a cabo, supongo que como dice Albanta no es muy práctica así que tendremos que conformarnos con seguir soñando
ResponderEliminarBesos
No, no es práctica, pero muy agradable de soñar. Y como soñar es gratis, ;D. Abrazos.
EliminarNo te negaré que es una idea que me ha rondado a mí también, aunque no tengo demasiado espíritu emprendedor y, como está la cosa, es algo demasiado arriesgado. Si algún día me gano la lotería, puede que lo haga,jejeje! Pero de momento, me quedo con el sueño y con una entrada tan bonita como esta. 1beso!
ResponderEliminarGracias Tizire. Me alegro de que la hayas disfrutado. Yo me conformo con visitar estos cafés de vez en cuando. Abrazos.
EliminarQué acogedor. Me da igual que sea práctica o no, ¿desde cuando los sueños son prácticos?
ResponderEliminarEso mismo sentía yo, que tenía que seguir soñando, :D. Abrazos.
EliminarSe me ha pasado por la cabeza el montar un café librería; no hay ninguno en mi ciudad. Pero tengo la sensación de que no funcionaría.
ResponderEliminar¡Qué sueño más bonito has tenido!
Besos.
Sí, pero al parecer no muy viable, :(. Seguiremos soñando. Abrazos.
EliminarQué bonita entrada! y qué bonito sueñas!!
ResponderEliminarBesos
Gracias, soñar bonito es tan fácil. :) Abrazos.
EliminarMuy emotivo, Marisa.
ResponderEliminarA mí me gusta pensar que, como dijo George Eliot, "nunca es tarde para ser lo que podías haber sido".
Así que espero que algún día consigas hacer realidad tu sueño. Y avísame, por favor, que me encantará ir allí a soñar también un rato.
Besos.
Pues, hala, vámonos a soñar juntas un rato. Abrazos.
EliminarBonito sueño al igual que rincón y bendita nostalgia, no creas. También soy muy de leer en cafeterías acompañada de alguna bebida reconstituyente. Me encanta. Te damos permiso y las gracias.
ResponderEliminarBesos
De nada, guapa. Nos vemos en alguno de ellos. Abrazos.
EliminarNos hacemos socias?? Uno de mis sueños! Aunque no voy encaminada... Quien sabe??
ResponderEliminarBesos
Venga, a ello... Nunca se sabe dónde está la felicidad. Abrazos.
EliminarMuchas gracias por la mención.
ResponderEliminarMe encantan las librerías, por eso todos los domingos enseño una, muchas con café, o con vinos, tartas... zonas comunes que tal vez sean lo mejor. Mezclar placeres...
Si quieres... nos asociamos
Besos
Asociadas quedamos. Y no hay porqué darlas: fuiste mi inspiración. Abrazos.
EliminarCreo que todos hemos tenido alguna vez sueños similares. Aquí no hemos llegado a tener esos sitios con tanto encanto, aunque alguno que otro lo intenta :-) Un beso!
ResponderEliminarPues espero que alguno de esos intentos salga adelante, ;D Abrazos.
EliminarA todos los que sueñan: seguid haciéndolo, aunque solo sea por llevar la contraria a quienes nos quieren en la realidad o en el limbo.
ResponderEliminarMarisa, si no puedes detrás del mostrador, disfruta en la mesa, que tampoco se está tan mal.
Besos
Ahí, ahí quiero verme dentro de poco, ;D. Abrazos guapa.
EliminarDesde luego que es un sueño muy bonito, Marisa, pero me parece que ahora no es el momento de montar algo así. Una pena porque locos como nosoros pasaríamos un buen momento combinando el olor del libro que tendríamos entre manos y y el aroma de esa bebida que tanto nos apetece. Abrazos.
ResponderEliminarPor eso, todo esto era un bonito sueño, :D. Abrazos.
EliminarUna entrada preciosa, qué bonito y cómo apetece estar ahí.
ResponderEliminarBesos
Te espero, ;D. Abrazos.
EliminarY yo que pensaba que mi idea de poner una librería en la que siempre oliera a café recien hecho y hubiera magdalenas y dulces para merendar era el colmo de la originalidad.... Esto demuestra hasta que punto los sueños y lo que nos hace felices a todos es casi lo mismo. Ojalá alguno de nosotros alguna vez lo consiga y nos lo enseñe!!
ResponderEliminarUn besazo
Amén, jajaja. Abrazos.
EliminarCompartimos uno de mis muchos sueños. Una librrería de viejo, cómoda, acogedora,... Si me toca la lotería, a la que nunca juego por cierto, la monto. Y te invito a té con libro.
ResponderEliminarUn abrazo,
Allí estaré como un clavo :D. Y juega, mujer, juega, jajaja. Abrazos.
EliminarCompartimos sueños Marisa, al igual que Carmen. Ser dueña de un lugar así, un refugio para lectores y poder mantenerlo a flote, sería el paraíso.
ResponderEliminarYa lo creo. Seguiremos soñando, de momento, que nunca se sabe. Abrazos.
Eliminar