Hace frío fuera del blog. Ya os lo digo. El tiempo pasa de prisa, la rutina vence casi siempre, las obligaciones son unas tiranas y, cuando quise darme cuenta, hacía tanto tiempo que no volvía a mi refugio personal, a mi rincón, que empecé a sentirme extraña en mi propio "espacio".
Pero ¡Qué fácil es volver! Por suerte, los dedos recuerdan perfectamente dónde están las teclas y cuál es el recorrido necesario para llenar la hoja en blanco. Y para sentirme en casa de nuevo, nada mejor que hablaros de mis últimas lecturas.
Empezaré con El nombre propio de la felicidad, de María Jeunet, un libro que cogí con ganas, que tenía toques de humor, buenos trucos para engancharte y un argumento entretenido. Pero según avanzaba el libro, la historia de Nico se me hacía más forzada, menos real. Si hubiera sido una película del tipo Descalzos por el parque, no tendría objeciones, pero en un libro, necesito que la historia me resulte posible, o si no, que me la presenten de antemano como una fábula.
Nuestro protagonista es un joven atractivo que vive en una buhardilla en París y que, aunque trabaja vigilando las cámaras del metro, en realidad es escritor de cuentos infantiles, concretamente, de uno tan tan famoso que no hay niño que no lo conozca y lo adore. Además es bueno hasta decir basta, encantador, pendiente de hacer felices a quienes le rodean, amigo de sus amigos, en fin, un "premio de la lotería". Se enamora de una chica que ve en uno de los andenes, la busca sin descanso, se devana los sesos para poder encontrarla, la encuentra, se conocen, se enamora, y todo esto, mientras visita a su madre sin falta todos los fines de semana, le busca novio a su jefe, ayuda a su amigo a reconciliarse con su exmujer, a su amiga de la infancia a tener su propio café, a su amiga enferma a sobrellevar el tratamiento y, además, hace frente a su editor, que le presiona día y noche para que escriba otro maravilloso cuento que le permita quedarse en esa editorial.
Sin embargo, y a pesar de todo, llegué hasta el final, me alegré de los éxitos de los personajes, se me escapó algún que otro puchero allí donde había que hacerlos y lo cerré satisfecha de una lectura que me había acompañado un tiempecito y que me había entretenido.
El siguiente libro fue... Bueno, eso mejor lo dejo para una próxima entrada que me anime a volver prontito por aquí. Nos leemos.
Feliz regreso!!
ResponderEliminarPues a mí estas fábulas que parecen más ciencia ficción que otra cosa me caen pesadas y me ahogo con tanto malabar como tú dices. Acabo por no creerme nada y a veces hasta le cojo manía a los pobres personajes.
Me alegro de que vuelvas a contarnos lecturas.
Abrazos
Muchas gracias, Norah. Espero no volver a marcharme tanto tiempo. Y yo también me alegro de tenerte por aquí. Abrazos.
EliminarMe alegra que estés de nuevo por aquí. El libro no pinta mal por lo que leo.
ResponderEliminarBesos!!!
Gracias Alicia. Entretenidillo al menos. Abrazos.
EliminarYa se te echaba de menos aunque yo también ando un poco desaparecida, este lo leí este verano y me pareció una historia muy fresca y entretenida
ResponderEliminarBesos
Gracias Tatty. Lo bueno de esto es comparar gustos y opinones, ¿verdad? ;D. Abrazos.
EliminarBienvenida de vuelta. No me importaría leerlo. Un beso ;)
ResponderEliminarGracias. Pues adelante, y luego comparamos ^_^. Abrazos.
EliminarHola!!
ResponderEliminarBienvenida de nuevo!!
Tengo muchas ganas de hacerme con el libro, la portada es preciosa.
Un saludo :)
Ya me contarás qué tal el contenido, ;D. Abrazos.
Eliminar"Hace frío fuera del blog". ¡Me encanta!
ResponderEliminarLa historia de San Nico no tanto :D
Jajajajaja, después de todo fue entretenido. Abrazos.
EliminarExquisita reseña, Marisa. Me encanta el primer párrafo: creo que ahí tienes el comienzo de un buen relato, cuando menos. Por lo que cuentas en tus impresiones de esta novela de María Jeunet, no me termina de convencer. Tengo sus dos títulos anteriores pendientes de lectura: Las hojas de Julia y La foto de Nora y, por las críticas que leí sobre ellas, creo que son lecturas para pasar un momento entretenido. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Francisco; tú que lees con buenos ojos, ;D. Ya me contarás qué tal te ha ido con esos títulos de la autora. Abrazos.
EliminarYo también he estado ausente, y tengo que decir que desde mi vuelta, echaba en falta tu blog. No sé si leeré este libro, pero "Suite francesa", seguro. Espero tu reseña. Besotes.
ResponderEliminarPues ya te adelanto que he disfrutado de lo lindo con Suite francesa. Bienvenida a ti también querida Lady. Abrazos.
EliminarOh qué pena. Yo lo tengo en casa y quiero leerlo. Por suerte, en esto de las lecturas todo es tan subjetivo. Ya te diré cuando lo lea. Besos
ResponderEliminarEfectivamente, por suerte nos enriquecemos intercambiando pareceres. Estoy deseando leer tus impresiones. Abrazos.
Eliminarhooola!!!queremosfrio, amamos el frio!!!! y tu con buenas lecturas, nosotras con calor y tratando de saludar a amigos que no llegamos y llevando y trayendo reseñas, somos las buhas mensajeras de argentina y nos encanta. pero amamos el frio!!!!!!!
ResponderEliminarJajajajaja, pues por aquí tenemos para dar y tomar ^_^. Os esperamos en uno de esos vuelos mensajeros, ;D. Abrazos.
EliminarMe lo regalaron pero reconozco que aún no me he animado con él
ResponderEliminarBesos
Bienvenida de nuevo!!
ResponderEliminarEste es de esos libros que si se cruzan lo leeré, pero de momento tampoco ando mal servida
Besos
Bienvenida!!! Pues este, lo dejo pasar, creoque no es de los míos. Nos leemos! Un besote!
ResponderEliminar¡Bienvenida de vuelta! :)
ResponderEliminarY oye, a pesar de que a ti no te ha entusiasmado mucho el libro, a mí me gusta lo que cuentas, así que me lo llevo anotado. Rara que es una ...
bsos!
El argumento me parece muy similar a uno de los libros de Nicolás Barreau aunque este no hacía tantos malabares. No me la llevo. No creo que me gustara.
ResponderEliminar¡Ya era hora de leerte de nuevo!
ResponderEliminarUna historia la que has leído muy "Mielosa" con un personaje rayano en la perfección. Como a ti, no me acaba de convencer.
Un abrazo.