Cada vez que llega el día 21 de cada mes, sé que tengo una de las tareas más especiales y mágicas desde que empecé este blog, Mi momento musical. Y eso es porque escuchar música y hablar sobre ella siempre me cura.
Igual que me ocurre todos los meses, tengo que andar dándole vueltas a la cabeza para ver qué elijo, porque se me agolpan un montón de temas. -- "Eso es bueno" -- me digo. -- "Eso quiere decir que he sentido mucho".
Cuando La morada de Nieves propuso el Momento musical vibrante, dos canciones saltaron las primeras a mi cabeza: El universo sobre mí, de Amaral e Insurrección, de El último de la fila. Los dos me trajeron recuerdos de momentos llenos de energía, vitalidad, adrenalina y ganas de comerme el mundo, llenos de lo que para mí significa vibrar y sentirme llena de vida. Son dos momentos que vuelvo a recordar, alguna vez, sintiendo casi las mismas cosas que sentía entonces.
El primero lo reservo para momentos caseros en los que, como bien dice la canción, "quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí".
El segundo es un recuerdo más lejano pero que todavía se conserva muy bien.
Era el mes de mayo y estábamos a las puertas de la vorágine de los exámenes universitarios. Esos días estábamos casi prisioneros en la biblioteca de la facultad, en donde no te podías permitir perder tu sitio en la sala, porque miles de ojos acechaban "como un halcón" en busca del ingenuo que se marchara a estirar las piernas. Después de pasar allí todo el día intercambiando apuntes, consultando libros, esperando los que no llegaban, decidiendo los que te llevabas; después de varios turnos de vigilancia del puesto, con permisos cortos para ir al baño, tomar un café o fumarse un cigarrito (tanto si fumabas como si no), llegaba el momento de salir al exterior, cansados, con los ojos llenos de luz fluorescente y los oídos cargados de siseos y cuchicheos. En uno de estos días, cuando ya abandonábamos la clausura, llegamos a ese bar que alguien eligió la primera vez y que se convirtió en el oficial para siempre, pedimos una cañita y un pincho de tortilla y sonó Insurrección y, como tocados por una barita mágica vibrante, empezamos a cantar como locos, "me siento hoy como un halcón, llamado a las filas de la insurrección". La energía nos quitó de un plumazo el olor a encierro, los ojos rojos y el cansancio y me unió todavía más a aquella panda de ilusos que adorábamos la Historia y pretendíamos vivir de ella. Algunos lo han conseguido.
Hola guapísima!
ResponderEliminarMe quedo con ambas elecciones. No puedo elegir. Me encantan.
Feliz día preciosa!! Oye... Menudo momento musical el de esta semana!! Os estáis saliendo!!
Me alegro un montón de que te haya gustado. Muchísimos besos y feliz finde.
EliminarMe encantan ambas. Pero como has visto ya, Amaral es de mis grupos favoritos. Y Manolo García lo mismo. Después de estudiar así de intenso, cualquier canción te hacía revivir, verdad?? ajajja. Un besazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarSí, es verdad, aunque la cervecita y la tortilla también ayudaban, ;). Un besazo.
EliminarNo me gusta Manolo García, pero la canción de Amaral es de esas que carga siempre las pilas, de lo optimista que es: me gusta mucho! 1beso!
ResponderEliminarReconozco que Manolillo García es muy particular, pero a mí me entusiasmaba cuando era El último de la fila. Me alegro de que, al menos, hayas disfrutado con Amaral. Un besote.
EliminarCon lo que me gusta Amaral. Además hacía un montón que no la escuchaba.
ResponderEliminarYa me he alegrado el domingo.
Bss
Me alegro de haber contribuido, junto con Amaral, claro. Saludos.
EliminarQuè emocionante, Marisa... Pero quiero darte las gracias especialmente por este texto, que me ha hecho revivir esa época universitaria, irrepetible, mágica y absolutamente VIBRANTE, con su propia banda sonora y recuerdos eternos. No conocía la canción... Confieso que de música española ando muy flojita, pero coincido en que es casi un himno de juventud académica!!
ResponderEliminarUn besazo. Me ha encantado...
Gracias Nieves. La segunda canción es de la música española del Cuaternario, pero Amaral todavía es d este mundo. Recordar aquellos años me rejuvenece. Besos.
EliminarCualquiera de las dos son geniales para los momentos vibrantes, pero me quedo con el último de la fila me gusta mas! Besos
ResponderEliminarEs que El último es mucho último, sobre todo en aquella época. Todavía me "recuerdo" dando botes en sus conciertos. ¡Qué tiempos! Besos.
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