lunes, 13 de mayo de 2013

Un libro ¿Es para siempre?

Si me hubieran hecho esta pregunta hace veinte años, hubiera dicho que sí sin pensármelo dos veces. Después de muchos años de trabajar con libros y, sobre todo, con información, ya no estoy tan segura.
¿Por qué ha surgido todo esto? Pues gracias a una conversación que tuve con mi cuñada. Ella piensa que un libro debe ser para siempre y, al pedirme mi opinión, yo no lo tenía tan claro.
   Ella me miraba sorprendida, pero yo estaba aún más sorprendida que ella por mi respuesta. Yo que muero por los libros, yo que me declaro una loca de ellos, he dudado. ¿Realmente hay que conservar un libro a toda costa?
"Esto es un buen tema de debate para tu blog".-- Me ha dicho ella. Así que, haciendo caso de su consejo, me he decido a escribir este post para poder aclarar y "aclararme" yo misma.

   Creo, sinceramente, que un libro es una de las cosas más valiosas de este mundo, pero, cómo todo lo de este mundo depende de varios aspectos. Y creo también sinceramente, que lo importante de verdad en un libro es lo que contiene. Pero, ¿cómo podemos olvidarnos de lo que lo envuelve?
   Por ejemplo, si os encontráis con un libro, el más bonito del mundo, el mejor editado, el de factura más cuidada, pero ¡ay amigo!, el contenido es un "rollo macabeo", o su información no vale un pimiento, ¿os quedaríais con él a toda costa, aún sin tener espacio suficiente? Si por el contrario, cada vez que leéis ese libro tan andrajoso y birria, que guardáis desde seculam seculorum, y que ya no resiste otra restauración de celo y grapas, pero que os sigue poniendo la piel de gallina, no importa cuántas veces lo hayáis leído, ¿no lo guardaríais hasta el fin de los tiempos?

A veces, desearemos guardar un libro porque su encuadernación ya no se encuentra, o porque la edición contaba con el prefacio de algún escritor famoso, o porque el diseño de su portada nos parece realmente bueno. Otras veces, lo haremos porque escribisteis en él cosas únicas, o porque está firmado por su autor, o por tener valor sentimental.
   Y por último, están los libros de "usar y tirar". Son esos pequeños libros que nunca recuerdas de dónde han salido, pero que, un día, aparecen en tu estantería, que ocupan espacio y que tienen los temas más peregrinos, del tipo: todo lo que siempre quiso saber sobre (...) y nunca se atrevió a pregunar. Sobre estos... no comment. 

   Si lo que realmente os enamoró de un libro fue la historia que contaba, cambiadlo si se estropea, buscad otro que lo sustituya. No tengáis miedo. Pero si lo que adoráis de él es la historia que arrastra, los recuerdos que os trae y, claro está, lo que contiene, ¡adelante! guardadlo aunque tengáis que hacerle sitio debajo de la cama. Porque no tendréis solo un libro, tendréis un compañero. 
   Y es así, dando vueltas a este asunto, pensando en todos los libros que han pasado por mis manos, como he llegado a la conclusión de que, lo que de verdad importa en un libro es lo que nos transmite a cada uno de nosotros y lo que nos provoca.
   Eso sí, si decidís deshaceros de un libro, tenéis que saber que hay muchos sitios en donde serán bienvenidos y los sabrán utilizar para labores sociales. No hay que tirarlo a la papelera, sin más, ni donarlo a las pobres bibliotecas públicas que andan siempre justas "de todo" y haciendo malabarismos para que todo funcione. Donadlos a cualquier ONG que tenga un buen proyecto. Hay miles.

   Y sobre todo, tened en cuenta que esto es solo mi opinión personal, mi punto de vista. Seguro que hay otros miles por ahí que opinan todo lo contrario. Así es la vida, discusión y choque de ideas. ¿No es genial? Gracias Isabel por darme esta idea, como tantas otras. ¿Cual es la vuestra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...