domingo, 9 de junio de 2019

El taller de libros prohibidos

A veces es provechoso volver los ojos al pasado, pero soñar con recuperarlo siempre es devastador.

Encontrarme con una novela sobre libros y, además, prohibidos era un caramelito difícil de rechazar. El argumento de una mujer, viuda, al frente de un taller de encuadernación, en la España de Felipe II, era demasiado tentador para mí y, cuando empecé a leer, lo hice con tales expectativas que, quizás por eso, la terminé con un pellizco de desilusión.
   El argumento no defrauda en absoluto, eso que quede claro. Las aventuras que vive Inés Ramírez cuando tiene que hacerse cargo del taller de encuadernación de su difunto marido son dignas de la mejor novela negra. En una época donde la Inquisición tenía el brazo muy largo, donde todo y todos eran sospechoso de herejía y donde las mujeres apenas podían ni respirar, Inés decide mantener el tipo contra viento y marea y lidiar ella solita con los problemas que le acarrea el descubrimiento de los tejemanejes que se traía su "difunto", además de intentar mantener en pie el taller y plantar cara a una sociedad retrógrada y supersticiosa. 
   La autora, Olalla García, recrea muy bien la sociedad de la época. Las costumbres sociales, la vida en los talleres, el funcionamiento de los gremios, las leyes y los hombres que los dirigían, todo está estupendamente descrito para que podamos hacernos un retrato mental de cómo se vivía a finales del siglo XVI. Entonces, ¿por qué se va todo al garete con "pecados" lingüísticos actuales? Vicios tan de hoy como "el camino a tomar" o "la puesta en común", me dejaban bastante ojiplática al encontrarlos justo al lado de un "malhaya" o un "mentecato". 
   A esto se unía la sensación de que me estaban quitando párrafos. De repente, o los personajes empezaban a hablar de algo que parecía que acababa de ocurrir, pero que yo no había leído por ningún sitio; o eran otros personajes diferentes los que se me presentaban de golpe sin que hubiera la más mínima señal de haber cambiado de escena. Inés no solo luchaba contra su época, sino también contra la mala edición de la mía: párrafos seguidos que no se correspondían y erratas que salpicaban demasiado a menudo la lectura. 
   A pesar de todo, ella y yo seguimos adelante, cada una frente a sus "enemigos". La trama se fue desarrollando paso a paso. Los peligros, los descubrimientos, las conspiraciones, hacían que la novela fuera muy muy entretenida. Se saboreaba en toda la historia el trabajo de investigación y documentación. La descripción de cómo funcionaba el taller del maestro Juan Gracián, de cómo recalaron en España los impresores franceses, de cómo funcionaban estos gremios, etc. me curaban las heridas de esa edición tan dañina y me reconciliaban con la novela.
   Los misterios y secretos de los protagonistas me animaban a saber más sobre su futuro en la historia. Aunque no fuesen unos personajes muy profundos, cumplían su papel a la perfección, y no necesitaban más aristas que las que mostraban para enseñarme de qué iba el asunto y lo que se podía esperar de ellos. E incluso alguno que otro me dio una buena sorpresa al tener a sus espaldas un pasado que no esperaba.
   Y así fue como llegué al final: con algunos momentos en que parecía adormecerse un poco la trama y otros en que cogía velocidad y resolvía las "cuitas" en menos que canta un gallo; disfrutando mucho con los detalles de talleres, gremios, impresión y encuadernación, y cabreándome como una mona cuando la edición me arreaba un zasca; en tensión cuando los protagonistas estaban en un tris de caer por el precipicio y enarcando las cejas con alguna que otra afirmación sobre las costumbres de la época que jamás había oído. 
   Pero, al cerrar el libro, cuando hago el balance general, lo que me importa es el gusto que me ha dejado y que paladeo a pesar de los pesares. En este caso, es justo decir que el dulce venció al agrio.

18 comentarios:

  1. Vaya, pues me sorprende lo que comentas sobre las erratas de tu edición, porque no recuerdo haberme topado con ninguna de la índole que comentas en tu reseña. Me pregunto si el tuyo es un ejemplar de la segunda edición de esta novela que ha lanzado la editorial. Tampoco recuerdo los errores que comentas en el plano narrativo, y que son muy propios de nuestros días.
    Por otra parte, si bien hay momentos en que se ralentiza la narración, después repunta para atraer de nuevo la atención del lector. Quizás fueron algunas reflexiones que se hacían en algunas fases de la novela las que se me hicieron un poco cuesta arriba. Pero, en su conjunto, fue una lectura muy buena, porque la autora me llevó a un verdadero viaje literario en el tiempo a una época tan difícil para el gremio de los talleres y los libreros, por el celo con el que la Inquisición vigilaba sus publicaciones. Y, sobre todo, disfruté con una ambientación exquisita, tanto de la visión que ofrece de Alcalá de Henares en aquella época, con ese toque de novela negra que le otorga en algunos episodios, y el funcionamiento de las imprentas, con las intrigas que había en este gremio sobre todo desde que Inés decide hacerse cargo de la imprenta de su marido.
    Me alegro que, finalmente, lo dulce venciese a lo agrio. Abrazos.

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    1. Es posible, Francisco, que dependa de la edición. En cualquier caso, ha merecido la pena; ha sido una historia entretenida, salvo por algún que otro de esos "peros", no demasiado graves. Abrazos.

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  2. Pues jsuto es tenerlo en cuenta. Confieso que es un libro que en principio me llamaba, pero sobre el que he tenido serias dudas. No descarto leerlo de todas formas. Un besote!

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    1. Sigue tu impulso, que ya sabes que esto es muy personal, y lo que vale para mí no tiene porqué valer para ti, y viceversa. Si la lees, compararemos impresiones. Abrazos.

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  3. Me vas a perdonar pero me he tenido que reír un rato con esto: Inés no solo luchaba contra su época, sino también contra la mala edición de la mía.
    Pero yo estas cosas no las paso, es que ya me cabreo y ya sigo leyendo con el humor torcido. También le veo demasiado aire histórico aunque lo del taller era interesante y la lucha de Inés también.
    Lo dejo pasar, de hecho todas las reseñas que he leído del libro iban más o menos por este camino. Es más, cuando empecé a leer la reseña ibas tan bien que dudé de si me había equivocado de título y lo estaba confundiendo con otro.
    Un abrazo

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    1. Yo también me tuerzo con estas cosas, no creas, pero es que si no, no leería, porque últimamente, me lo encuentro mucho. "Demasiado aire histórico" es algo que a mí me llama como la flauta de un faquir, y aquí sopla agradablemente sobre la imprenta y su mundo. Por lo demás, ya sabes, sobre gustos...

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  4. Las faltas me ponen un poco nerviosa, he llegado a abandonar libros por eso.. De todas formas no termina de llamarme así que casi mejor
    Besos

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    1. Te entiendo perfectamente. Aquí, más que faltas, son "vicios" muy comunes al lenguaje actual, excepto esas lagunas entre párrafos, claro. Es una pena, porque podía haber sido una historia bastante redonda. Abrazos.

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  5. Casi todas las opiniones que he leído se parecen a la tuya asñi que he optado por dejarlo pasar de largo
    Besos

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    1. Pues, fíjate, yo me decidí porque leí más cosas positivas que negativas. En fin, de todo hay en botica. Abrazos.

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  6. Hola! Pues la verdad que la sinopsis, como bien dices, llama bastante la atención. Yo no soy muy fan de leer libros con toque histórico, pero reconozco que este parece bastante interesante. Si al final no me decido a leerlo, por lo menos lo tendré en cuenta como regalo para una persona a la que le encantan esta clase de libros.

    Un saludo

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    1. Buena idea. Si le gusta la novela histórica, seguramente disfrutará de este libro. Abrazos.

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  7. No lo conocía y en principio no lo veo para mi, aunque siempre consigues despertar mi curiosidad, jeje.
    Besos!

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    1. Jajaja, me encanta despertar curiosidades. Si te decides, ya contarás qué te ha parecido y comparamos. Abrazos.

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  8. Me ha parecido interesante lo que comentas sobre el lenguaje inapropiado para la época. Es algo que no todo el mundo percibe.

    Y lo de la edición penosa que te saca de la fantasía también lo he sufrido alguna vez, y es muy frustrante.

    Pero me alegro de que a pesar de los defectos hayas disfrutado de la historia.

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  9. ¡Hola!
    No conocía este libro y la trama no pinta nada mal. Aunque eso de las faltas de ortografía me tira un poco para atrás, peeero me gusta que la autora describa muy bien la época. Ya veré si me animo, por el momento no.
    Besitos :)

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  10. ¡Hola! No termina de llamarnos y, con tantos pendientes, no nos animamos.
    Gracias por contarnos.
    Besos

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  11. hola! parece interesante aunque habria que ir con cuidado por todos los detalles que observaste, igual me atrae! saludosbuhos.

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