domingo, 23 de julio de 2017

Frenético

Últimamente tengo la sensación de vivir en una montaña rusa, no por subir y bajar constantemente (aunque también), sino por la velocidad con que lo hago. Tengo la sensación de atravesar la vida como un rayo, sin pausa para ver lo que voy dejando a lo largo del camino. Últimamente, se me escurren las horas entre las manos; no soy capaz de hacer nada que esté fuera de la rutina diaria sin que el tiempo se "me eche encima" sin intención de apearse. Así, cuando llega la noche, no he sido capaz de hacer nada más que lo que suelo hacer cada día.
   Esto afecta especialmente a la lectura. La habilidad para devorar libros que me ha acompañado toda la vida parece haberse esfumado sin que me haya dado cuenta, y veo como los libros se apilan en la mesa sin ser capaz de aligerar su torre. Y creedme, esto ha pasado en un abrir y cerrar de ojos, que es lo más terrorífico de todo.
   Posiblemente, todo esto sea "ley de vida"; posiblemente, sea falta de habilidad por mi parte para gestionar las horas; posiblemente, necesite un curso del tan "manoseado" y "aclamado" Mindfulness que me ayude a ser más ¿provechosa? Sinceramente, no lo sé, pero os aseguro que el estrés y la fatiga padecidos hasta ahora por intentar llegar a la meta cargada de actividades "extraescolares" han llegado a su fin. Se terminó el sentimiento de culpa por no poder leer más allá de dos o tres libros al mes, y esa "angustia vital" por no tener nada de lo que escribir en el blog al final de la semana; se acabó esa pesadumbre eterna por no verme capaz de participar en retos o sorteos. C'est fini.
   A partir de ahora pienso "masticar" cada página del libro que tenga entre manos, tarde lo que tarde, sin remordimientos, porque la lectura no es un maratón para acumular títulos en un tiempo récord, sino una experiencia personal de cada lector, independientemente del tiempo recorrido. A partir de ahora, voy a "intentar" pasear al trote en vez de al galope, aunque el resto me adelante como si viajase en el AVE. A partir de ahora, me sentaré a escribir con calma, cuando tenga cosas que decir, sin importar la fecha de la última entrada, y sin necesidad de borrar una y otra vez lo que escribo o anularlo directamente porque ni yo misma percibo el mensaje.


   
   En fin, todo esto no es más que una explicación de mi falta de entradas "libreriles" o, quizás, una justificación de  mi falta de "apariciones "blogueriles" y de la acumulación de notas en la cabeza y en la libreta sobre esos últimos libros leídos y aún no reseñados. Libros más o menos afortunados pero siempre útiles. Esa La guerra de las dos rosas. Tormenta, de Conn Iggulden, que me dejó más frío que calor. O Le jardin des lumières, de Amin Maalouf, siempre sorprendente. O la que ahora mismo tengo entre las manos, La casa de vapor, de Julio Verne, que quisiera terminar (sin presión) lo antes posible para seguir con la que llevé en la maleta estos días de playa, El inicio de la primavera, de Penelope Fiztgerald, que tan sorprendida me está dejando.
   En resumen, pienso caminar tranquilamente por lo que leo para ser capaz de saborearlo y retenerlo mucho más de lo que lo he hecho hasta ahora. Pienso mirar la torre de libros acumulados con emoción ante la posibilidad de elegir una nueva lectura y no con angustia por el número de ejemplares. Me acercaré al ordenador para escribir con ganas lo que tenga revoloteando por la mente, sin la presión de una fecha o del tiempo transcurrido. Solo espero que sigáis ahí cada vez que vuelva y que no se os acabe la paciencia de asomaros a ver si realmente he vuelto. Yo ya os doy las gracias de antemano.

9 comentarios:

  1. No me gustan nada esos términos ingleses que tratan de explicarlo todo pero voy a usar uno, sin que sirva de precedente pero: viva la slow life. Estoy de acuerdo contigo y sobre todo que cuando se trata de placeres son para disfrutar con el tiempo que se merecen y sin presión. Bastante hay ya con las ineludibles como para añadir más.
    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Amén! No lo podías haber explicado mejor. Gracias querida Norah. Abrazos.

      Eliminar
  2. Me parece la mejor decisión. Tanto la lectura como el blog están para disfrutar y eso no se consigue si se hace por obligación. Ahí estaré para leerte cuando te apetezca publicar algo, lo que sea. Por mi parte este año tendré que reducir tiempo en el blog :(, tengo oposiciones y aunque no son tan divertidas, jeje, son demasiado importantes :)
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Veo que estamos más o menos igual. Yo ahora intento tomarme las cosas con más calma y no agobiarme por escribir en el blog. Llegó un momento en que lo veía más como una obligación que como un entretenimiento. Ahora no me importa cuál es la fecha de la última entrada. Escribo cuando me apetece, sin importar cuántos seguidores haya, cuántos comentarios dejen ni nada de eso.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Muy acertada la reflexión, esto es una afición, no hay que olvidarlo. Y la vida en sí a veces es una montaña rusa, ante la falta de tiempo, hay prioridades. Un besazo y a disfrutar a tu ritmo.

    ResponderEliminar
  5. Aquí estaré cada vez que vuelvas, porque está entrada tuya tan personal y tan sincera la suscribo al cien por cien, y es que me ha pasado lo mismo en ocasiones. Hay que saber perder el tiempo sin remordimientos. Hay que aburrirse como cuando éramos niños y hay que eliminar presiones de todo tipo. Qué a determinadas edades no hay que demostrar nada. Feliz verano, feliz descanso.

    ResponderEliminar
  6. Uy, Marisa, creo que me esa reflexión que haces sobre lo frenético del tiempo me suena de algo. Últimamente me pregunto por qué pasan los días a velocidad tan meteórica. Antes se comía uno el mundo, ahora no da tiempo ni a saborearlo. Como bien dices, debe de ser "ley de vida". En fin, es la hora del Carpe Diem y, como bien dices, disfrutar de la lectura, pero sin obsesionarnos. Parafraseando a la copla: leer es un gran placer. Pues, eso, leamos y disfrutemos de una buena lectura. Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. Completamente de acuerdo contigo, creo que lo importante es disfrutar y no preocuparse por la cantidad, lee a tu ritmo y publica cuando puedas y quieras, no siempre se puede llevar el mismo ritmo y lo importante es hacer lo que nos gusta y disfrutarlo
    Besos

    ResponderEliminar
  8. En este caso es totalmente cierto lo de la calidad frente a la cantidad.
    Leer y escribir deben ir unidos a disfrutar, nunca a agobiarse, porque si no pierden su sentido y no se gana nada.
    ¿Conoces a Nuccio Ordine? Él defiende, como Nietzsche, la lentitud, para saborear lo que hacemos y para que nos dé tiempo a asimilarlo y sacar provecho, no sólo a informarnos.
    Si no lo conoces te recomiendo su librito "La utilidad de lo inútil". Estoy segura de que te sentirías muy identificada con su filosofía.

    Yo seguiré pasando por aquí para verte cuando estés.
    Un abrazo y mucho relax.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...