sábado, 5 de noviembre de 2016

Vino y lectura

¿Hay mejor compañía para un buen libro que un buen té o un buen café? ¿Y qué me decís de un buen vino? No me digáis que no es agradable paladear un libro al mismo tiempo que un Ribera, o un Rioja, o un Alvariño, elegid vosotros el que prefiráis.
   Precisamente eso es lo que hice cuando cayó en mis manos La bodega, de Noah Gordon: meterme de lleno en el ambiente y pasearme por la vida de Joan Álvarez con una copa en la mano. Siempre que el fin de semana me lo permitía, me sentaba cómodamente en el sofá con un pequeño aperitivo y mi copa de vino, mientras saboreaba la historia.
   Que Noah Gordon escribe bien no es ningún descubrimiento, y que sabe dar a sus historias emoción y realismo, tampoco. No es necesario que os describa sus virtudes literarias. Pero sí os contaré cómo ha conseguido hacerme parte de la historia y casi ir del brazo de sus personajes.
   
Joan se marchó a Francia huyendo de una guerra civil entre carlistas y liberales, y cayó en medio de un viñedo en el que trabajó cuatro años y en el que aprendió todo lo que pudo sobre tierra, viñas y vinos. Y cuando sintió que era el momento de regresar, regresó. Encontró su casa vacía y abandonada, su pequeño viñedo casi perdido y su pueblo más pobre que cuando lo dejó. Entonces decidió darle vida a sus viñas, trabajar de sol a sol para sacar adelante su terreno y convivir en paz con sus vecinos. Todo lo que hace hasta conseguirlo, la aparición de viejos fantasmas, el descubrimiento de antiguos secretos forman el argumento de la novela, pero no su razón de ser.
   Todo lo que vive Joan, María del Mar, sus vecinos, sus recuerdos, han sido las herramientas del autor para tenerme enganchada, para que el argumento me resultara interesante y quisiera saber más, pero en realidad han sido la excusa para hablarme de los sentimientos de los protagonistas, de su manera de enfrentarse a las miserias de la vida, de hacerse fuertes o débiles ante ellas, de las injusticias y de las decepciones que sufrían, también de la generosidad y de la colaboración, y del amor claro.

   La parte histórica está bastante bien documentada; el reflejo de las costumbres y tradiciones, también. He echado de menos, quizás, un poco más de profundidad sobre el mundo del vino, pero solo por gusto personal, no porque fuera a aportar nada nuevo a la novela. Todo lo referente a la sociedad de aquella época, a sus creencias, a los avances que se empezaban a vislumbrar y a las sombras que aún seguían están perfectamente encajados en el argumento a través de los diferentes hilos temporales, de los recuerdos de Joan, de los relatos de Nivaldo. 
   He disfrutado sobre todo con el amor de Joan por su tierra, con su forma de trabajar para hacerla mejor, de planear las mejoras, los pasos que debía seguir, los esfuerzos y los riesgos que necesitaba llevar a cabo. He disfrutado también con su relación con Francesc y con María del Mar, su acercamiento cauteloso para conseguir la confianza de quien siempre se había visto herida y defraudada. 
   
Agradezco al autor que se haya alejado de los tópicos que siempre suelen aparecer cuando nos miran desde fuera, y que haya involucrado a nuestros protagonistas en los hechos históricos de una forma tan verídica. Le agradezco también que me acercara las costumbres de esta zona y que me contará como pudieron haber surgido muchos de sus pueblos. He disfrutado de una forma de escribir fácil, con potentes adjetivos y un vocabulario sencillo pero eficaz, asequible pero nada vulgar. De descripciones muy plásticas, a veces viscerales, pero sin exageraciones ni teatralidades inútiles. 
   La bodega me ha devuelto a un escritor con el que había disfrutado a veces y me había desilusionado otras. En esta ocasión me ha hecho saborear una historia emocionante y bien escrita. Y cuando un libro me hace sentir bien, me deja un buen recuerdo y siento algo especial que lo diferencia de otros, creo que es un buen libro que cumple uno de sus principales cometidos: conectar con el lector y hacerle pensar y sentir. Todo mientras saboreaba el vino de mi aperitivo. 

20 comentarios:

  1. Nunca me llamó la atención este libro precisamente por el tema vino que no es lo mío, donde haya una CocaCola...qué se le va a hacer. Pero lo has pintado tan bien que lo mismo puede ser una opción.
    Abrazos

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    1. Sustituye los viñedos por una industria cocacolera. El "prota", en vez de pasearse bajo el solo entre las viñas, lo hace bajo alójenos, entre cintas transportadoras, jijjijiji. El vino es la excusa. Si te lanzas, ya me cuentas. Saludos.

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  2. Gracias por la recomendación. Fíjate que no lo conocía.
    Besos!

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  3. A mí también me gusta este autor y este libro lo leí hace unos años y disfruté bastante con la lectura
    Besos

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    1. Eso es, se disfruta con la lectura, y con la historia y los personajes. Abrazos Tatty.

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  4. No terminan de llamarme la atención los libros de este autor así que nunca me he animado con él. Tu propuesta de leer acompañada con una copa de vino me parece perfecta, pero yo seguiré fiel a mi té y mi café porque a pesar de ser una gran amantes de los vinos prefiero saborearlos en compañía, aunque mira, todo es probar ¿no?
    Besos.

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    1. ¡Hombre! Es que eso es lo mejor del vino, compartirlo. Pero en determinadas ocasiones, tomar el aperitivo con un buen libro y un buen vino resulta de lo mejorcito del día, ;D. Abrazos.

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  5. Años ha que leí esta novela, Marisa: me encantó. Disfruté como un enano con su lectura. Me alegro que te haya gustado. Aunque creo recordar que fue la única que leí de Noah Gordon. Abrazos.

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    1. Como decía, yo he leído alguna otra suya, y no siempre con buenos resultados. Pero, oye, con este he tenido suerte. Abrazos.

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  6. Yo sí que he leído libros de Noah Gordon y siempre me han gustado. Este es atractivo, por lo que has contado, aunque yo no entiendo mucho de vinos. Imagino que el corrector te ha jugado una mala pasada: has puesto dos veces "calló", y es "cayó" de caer, no de callar. Un abrazo.

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    1. No ha sido el corrector, querida Zarzamora, ha sido una metedura de pata como un piano. Hasta el mejor escribiente echa un borrón, :(

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  7. Lo tengo anotado de hace mucho tiempo. El autor me gusta. Un beso ;)

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    1. Pues si te animas, ya me contarás qué te ha parecido. Abrazos.

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  8. A mí gusto leerlo. Muy agradable.

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  9. Pues yo no lo leo hace mucho tiempo y te confieso que la combinación me encanta. BEsos

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    1. En mi caso, tanto la lectura como el vino me supieron mejor combinados, ;D. Abrazos.

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  10. Que buen maridaje!! Estés autor nunca me ha llamado la verdad, pero tú combinación... Me la llevo ;)
    Besos

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