martes, 2 de agosto de 2016

La Abadesa

Que la novela histórica me chifla no es ningún secreto, pero también puede ponerme de los nervios si de rigor histórico tiene lo que yo de fraile. Es cierto que tiene que haber licencia poética, pero algunas de estas licencias son tan poéticas, que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". Por eso disfruto tanto con Toti Martínez de Lezea.
Esta escritora tiene una habilidad especial para combinar en sus novelas el momento histórico con la trama, y reflejar así la situación de una época determinada de una forma natural y amena. Aprendo un montón con el enorme trabajo de documentación que hay en sus novelas, con la forma en que refleja las normas sociales, los hechos políticos, las tradiciones y costumbres. Todo esto ha hecho que La Abadesa, María la Excelenta haya sido una lectura entretenida y agradable, aunque a veces, algo flojilla. Y ahora os cuento el porqué.
La historia tenía su enjundia: la vida de una de las hijas bastardas de Fernando el Católico (reconocida por el rey cuando ella ya era "mayorcita" y él veía una de sus reales piernas en el más allá), que llevaba en la ignorancia sobre sus orígenes casi toda la vida. Sin embargo, en los hechos "inventados" he notado cierta superficialidad, más parecía una excusa para soltar la moralina. La Abadesa, María Esperanza de Aragón, una vez que se ha enterado de sus orígenes, se pasa la novela en un constante tono de amargura y resentimiento que no termina de gustarme. Es lógico que no sintiera ningún aprecio por el rey, pero se queja más por lo que podía haber tenido como infanta que por haber perdido a su madre y a su familia. Demuestra un odio "siciliano" por uno de sus hermanastros al haber tenido lo que ella debería haber tenido también, y refunfuña cada vez que se tercia del poco cariño recibido en su vida, cuando se presenta a sí misma como una mujer respetada y querida en su convento.
La figura del rey es vapuleada durante toda la novela, pero del "cretino" de su tío se queja poco (culpable de muchos de sus males). Sí, le pone como un mal bicho, igual que a su primo, pero sin demasiado entusiasmo. No voy a decir yo que Fernando de Aragón fuese un alma cándida (a pesar de imaginármelo desde ahora como un tío buenorro gracias a Rodolfo Sancho), pero tampoco es que fuera "oliendo a azufre". Eso sí, las mujeres salen muy bien paradas: son mujeres con coraje, con decisión, que luchan por lo que quieren. Me ha gustado especialmente la manera en que trata la figura de Juana la Loca, sin regodearse en lo macabro de su encierro, pero recreando el ambiente en el que seguramente vivió y el tipo de personas que la rodearon. Como me parece genial el retrato psicológico que hace de la reina Isabel a través de sus rasgos físicos.
Pero salvo algún que otro momento teatrero, propio de culebrón, para arrancarnos la lágrima, el excelente trabajo de documentación y un lenguaje imitando al de la época (sin dejar de ser claro y sencillo) me han metido de cabeza en uno de los momentos, para mí, más interesantes de nuestra historia. Me ha dejado pasear por los monasterios más importantes mostrándome como se vivía en ellos, me ha enseñado costumbres y leyes no escritas que regían la vida de la gente y, sobre todo, me ha dado a conocer costumbres y normas de la sociedad vasca de entonces que me han sorprendido mucho, como que las mujeres solteras llevaran afeitada la cabeza.
¡Ah! ¡Qué no se me olvide!: ¡qué habilidad para la descripción de los paisajes y de las ciudades; en especial, me ha gustado la que hace de Bilbao. ¡Y cómo se nota su amor por la tierra que describe! Trata de ser objetiva destacando los puntos negativos, pero se le escapa, lógicamente, su admiración.
Sé que me dejo muchas cosas en el tintero, pero no quiero que eso sea más largo que un rollo macabeo. Así que, en concluyendo, a pesar de parecerme una novela más floja que otras que había leído hasta ahora de ella (quizás porque fue de las primeras que publicó), sigo disfrutando con su forma de escribir, por lo bien que entremezcla, no solo las costumbres sociales de la época con la trama de la novela, sino sobre todo, por los hechos y personajes históricos que intercala de vez en cuando, dando más realismo al relato. Por eso, seguiré leyendo sus novelas con el mismo entusiasmo que hasta ahora.

23 comentarios:

  1. ¡Hola!
    En general, no suelo leer ficción histórica pero si tuviera que hacerlo también me imaginaría a Fernando como un buenorro Rodolfo Sancho ;-)
    ¡Un saludo!

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  2. Creo que esta en concreto no es para mi. Pero gracias por dármela a conocer.
    Besos!

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  3. Éste es el tipo de lecturas con las que solía disfrutar los veranos. También los inviernos jajja. Como no, me la llevo. Un beso.

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    1. Pues a disfrutarla también en estos calores. Abrazos.

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  4. Yo de la autora solo he leído un libro y quiero repetir, este lo tengo anotado aunque me apetece más La calle de la judería
    Besos

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    1. Sí, a mí también, tengo muy buenas referencias de él, pero fue este el que surgió en mis narices, y lo cogí. A ver cuando le echo el guante a esa judería. Abrazos.

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  5. No he leído nada de la autora todavía. Un beso ;)

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  6. Esta autora es una de las imprescindibles del género histórico pero aunque me he reído con tu relato, no me llama mucho, me suelo aburrir con estas tramas aunque eso alimente mi ignorancia. Oye, lo de ir oliendo a azufre me lo apunto. Jajaja
    Un abrazo, o dos.

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    1. Ya lo creo que es imprescindible, pero tranquila, hay muchas formas de enterarse de estas cosas, y no creo que tú, precisamente, peques de ignorancia, ;D. Abrazos.

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  7. Pue no me he animado aún con Toti, la verdad. Y estoy segura de no tardar en hacerlo
    Besos

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  8. Hola guapa!
    Me gusta novela histórica pero esta como que no me atrae mucho prefiero dejarla pasar y quitarme otros pendientes. Gracias por la reseña. Besotes

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  9. Toti nos sorprende con cada uno de sus libros, enmarcados en la realidad histórica del momento.
    Un abrazo.

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  10. Ains, Marisa, es una de mis eternas autoras pendientes. Espero ponerle remedio en lo que queda de año, porque veo que sus novelas, sobre todo las de corte histórico, merecen la pena ser leídas. Esta que nos presentas, me la apunto. Abrazos.

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    1. Adelante Francisco; y si lo rompes pronto, ya me contarás qué tal. Abrazos

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  11. si se cruza en mi camino , tal vez lo agarre por curiosidad,aunque con tu reseña basta,saludosbuhosy .buena semana.

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    1. Pues sí, si se te cruza, cógelo y luego lo comentamos. Abrazos.

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  12. Pues yo no suelo congeniar mucho con la novela histórica... o mas bien diré que antes no me gustaba, pero últimamente sí que me han interesado algunas. Llegará el día en el que me atreva a leer una de estas pero de momento "la abadesa" no es esa novela.

    Un abrazo!

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