domingo, 30 de agosto de 2015

Acompañar a un ejército

Siempre me ha gustado viajar. Si no puedo hacerlo en persona, leo. Lo bueno de viajar con los libros es que, además de elegir el lugar, eliges el momento. Con Valerio Massimo Manfredi podía viajar a la antigua Persia y acompañar al mítico ejército griego de los "Diez Mil". Si además la guía era la joven siria Abira, que había abandonado su casa y su aldea por seguir al ateniense Jenofonte, y que me explicaba y narraba todo lo que se cocía en esta "misteriosa" expedición, no había nada más que decir: las maletas estaban listas.
   Este escritor tiene una habilidad especial para acercarnos las antiguas leyendas clásicas como si fuesen una historia de hace dos días. Lo más curioso es que no renuncia ni a uno solo de los elementos propios de aquella época. Nos describe la vestimenta típica, los paisajes que existían por entonces, y que ahora han cambiado casi radicalmente, la forma de ver la vida de aquellos hombres y mujeres... Todo hace que nos metamos de lleno, en este caso, en el año 401 a.C. Su forma de escribir es ágil, culta, manteniendo los principales términos de la época y actualizando los más difíciles de entender; construyendo personajes creíbles y bien armados; y presentando los hechos históricos en una perfecta novela, emocionante, interesante y muy muy entretenida.
   Para una loca de la Historia como yo, que aún recuerda algunas cosas aprendidas en la facultad, repasar aquellos hechos legendarios y recorrer aquellos territorios tiene algo de mítico y de mágico. No pocas veces había tenido que estudiar y repasar fechas, fuentes, mapas y teorías sobre aquel ejército que quedó perdido en el imperio persa cuando no tuvo "dueño" al que servir. Aquella época para mí siempre ha tenido algo de misterioso y, en las manos de Manfredi, ese misterio se convierte en una estupenda novela que me ha servido para pasar un buen rato, para evadirme de la rutina y para llenar vacíos.

   La historia que Abira cuenta a unas jóvenes de su aldea que acaban de salvarle la vida no habla solo de una gran batalla y de un viaje desesperado a través de Asia para regresar "a casa", sino también de muchas historias personales, las de los protagonistas de esta marcha a través de desiertos, montañas y ríos. Este viaje, basado en el diario de expedición del ateniense Jenofontes fue, incluso para sus contemporáneos, más que una simple aventura, fue casi un milagro, ya que parecía imposible que un ejército de soldados preparados para luchar en campo abierto, cuerpo a cuerpo, y cargados de pesadas armaduras fueran capaces de vencer tanto al clima y al terreno como a las emboscadas de los indígenas, ente montañas cubiertas de nieve y con la táctica de guerrillas. Las dudas de aquellos guerreros y de las mujeres que les seguían, los actos de valor y de miseria, la unión incondicional y las traiciones son el meollo de este libro.
   No creo que ahora fuera posible recorrer realmente aquellas tierras que recorrieron los Diez Mil tal y como lo hizo el autor de la novela en los años ochenta. No sé si será posible hacerlo en un futuro. Por eso decidí escoger este libro y realizar el viaje desde sus páginas. Cuando entras en la historia ya no hay marcha atrás y tienes que acompañar a Abira y a Jenofonte en la larga marcha "hacia casa".

miércoles, 26 de agosto de 2015

Presentando a Miguel

Una vez más, un escritor "casi novel" que lucha por dar a conocer su trabajo me escribe para presentarme su obra. Una vez más, yo me comprometo a enseñárosla. Así que allá voy.

   Miguel Sáenz es un escritor que... ¡Vaya! En realidad no sé nada de Miguel, él no me ha hablado sobre sí mismo y yo no le he preguntado. Me pongo a investigar.
   "Buceando" por internet me encuentro con una entrevista por aquí, una reseña por allá, y saco información: es de Madrid, estudió arquitectura, le gusta pintar y, por supuesto, escribir y también las ciencias en general. Se le ocurrió la idea para esta obra mientras viajaba en autobús y acaba de autopublicar la primera parte de su recién terminada trilogía en Amazon.
   Este primer libro, I.O., que, según su autor, se puede leer tranquilamente sin el temor de quedarnos a medias sobre el final de la trama, es una historia de ciencia-ficción que se sitúa en 2096. Él me la presenta así:

"La trama de esta primera parte se sitúa en el año 2096, cuando la humanidad ya se ha recuperado completamente de un ataque alienígena que nos permitió dar un salto tecnológico sin precedentes. Ahora, un nuevo desarrollo de implantes cerebrales en embriones va a causar un salto evolutivo, pero precisamente la diseñadora de los implantes – Kara – queda embarazada y fuera del programa, por lo que tomará una decisión que la llevará a una huida desesperada junto a su marido, – Marco – General y dirigente en la sombra de Mediterra, y su hijo – Lekiw – poniendo en peligro además a sus amigos y a toda la humanidad".

   Para todos aquellos que amen este tipo de historias, pueden encontrar este libro en: http://www.amazon.com/dp/B00NFZK2ZK.
"Ha sido mucho trabajo el escribirla, pero una experiencia única".-- dice Miguel.
Espero de corazón que recibas mucho éxito a cambio de tanto esfuerzo.

domingo, 23 de agosto de 2015

Una relación para la eternidad

No era la primera vez que nos encontrábamos, por eso, cuando lo vi, sentí un nudo en el estómago. La vez anterior había sido mágica y las sensaciones de tenerlo entre mis manos volvieron a mi cabeza con todas sus fuerzas. Allí estaba, junto a otros compañeros, destacando sobre todos, ¿cómo podía resistirme? Es más, no quería resistirme, así que lo cogí del mostrador y me lo llevé corriendo a la caja: Khaled Hosseini se venía conmigo esa tarde. Me daba igual lo que contara la contraportada, el flechazo que sentí con Mil soles espléndidos fue tal que estaba decidida a lanzarme de nuevo a sus páginas, porque estaba segura del resultado.
   Y ha vuelto a pasar. Me he vuelto a enamorar perdidamente. Cuando alguien escribe con la elegancia y la dulzura de Hosseini y, al mismo tiempo, con esa fuerza y ese realismo, es difícil resistirse. La facilidad de este hombre para crear personajes de carne y hueso con los que conecto desde las primeras páginas, no deja de sorprenderme.
   En Y las montañas hablaron, todo empieza con un cuento, un simple cuento inocente que un padre les narra a sus hijos en su viaje a la ciudad. Abdulá y su hermana Pari escuchan ensimismados la historia sin saber que es el germen de sus propias vidas y el origen de esta narración. A partir de aquí, comienza un relato que irá deslizándose suavemente a lo largo del libro y uniendo la vida de varios personajes que se cruzarán a lo largo de los años. La vida de Pari irá enlazando las diferentes historias de estos protagonistas, que van a llenar los huecos unos de otros, para que tengamos una visión completa y redonda de lo que sucedió en la mansión de los Wahdati, a partir de un día de otoño de 1952.
   La pequeña Pari es dada en adopción por su familia, para evitar que muera de hambre o de frío en uno de esos crudos inviernos de Shadbagh. A partir de aquí, el autor nos describe las vidas, lugares y sentimientos de todos los personajes que intervienen en la novela, personas reales, con sus bondades y sus miserias y que, contándonos cada uno su propia historia en primera persona, van completando los vacíos que han dejado sus compañeros, además de darnos diferentes puntos de vista sobre lo que pasa en la novela.
   Como ya hizo en Mil soles espléndidos, nos describe los ambientes y los paisajes con tanta maestría que parece que estoy sentada en el árbol legendario de la aldea, o que paseo por las lujosas estancias de la mansión o por las desoladoras salas del hospital de Kabul. Como en otras ocasiones, también nos describe los horrores de las guerras, un poco de la historia de su país, bastante de las costumbres y rasgos de su cultura y, según yo creo, un poco de su propia historia personal.
   Khaled Hosseini ha ido entrecruzando historias y vidas desde Afganistán a París, desde San Francisco a la isla de Tinos, a través de pequeños guiños del destino, de pequeños caprichos del azar que cierran el círculo que empezó con Pari y Abdulá. 
   Como en la vez anterior, he caído a rendida a sus pies. Y, gracias a este viaje, estoy decidida a caer rendida muchísimas veces más.

domingo, 16 de agosto de 2015

Allende y su "espíritu"

Hay libros que me resultan muy difíciles de reseñar porque son todo sensaciones. Me dejan llena por dentro, hacen que se me escape un suspiro cuando paso la última página, a veces, incluso, me hacen sentir muy cursi por esas sensaciones de plenitud. Este ha sido uno de esos libros y, quizás por eso me sea tan difícil contarlo.
   Me gusta como escribe Allende, me gusta mucho. Es sensual, precisa sin ser escueta o recia, colorista y muy plástica. Me llena la mente de imágenes en tres dimensiones, no solo de ciudades o paisajes, sino también de sentimientos, un personaje más en esta novela.
   En El amante japonés, son sin duda el personaje principal. Es verdad que el argumento es increíble y muy completo y que pasan muchas cosas interesantes; que aprovecha para contarnos, tanto esa parte de la historia de los Estados Unidos en su guerra con Japón, después de Pearl Harbor, como nos cuenta la historia actual de una joven emigrante que lucha por salir adelante cuidando ancianos en una residencia o paseando perros; que los personajes de carne y hueso son redondos y con identidad propia. Pero son los sentimientos los que flotan todo el tiempo a lo largo de la lectura, los que dan vida al libro, los que de le dan su "alma".
   Y Alma es el nombre de la protagonista, porque no podía ser de otro modo; una protagonista de ochenta años, con tal fuerza y tal pasión que nos hace olvidar su edad. Al menos, la protagonista que sirve de hilo conductor al que se agarran todos los demás, porque hay más de uno, cada cual con su propia historia, una historia que utiliza la autora para hablarnos de muchos temas, de muchos problemas que presenta la vida, también de muchos horrores.
   Y luego está él, Ichimei, el amante. El niño primero, el joven después y el hombre el resto del tiempo, pero siempre el amor de Alma, el que le da golpes de vida en sus sucesivos encuentros a lo largo de los años, el que le da su fuerza y su coraje.

   Son muchas las vidas y sentimientos que se pueden encontrar en este libro, unidas en una mezcla perfecta para que la historia sea absolutamente armónica, sin que nos canse una parte sobre otra, sin que nos acapare un personaje sobre otro. Pero no os engañéis pensando que hay un ritmo acompasado, o un tempo tranquilo, al contrario, la melodía está llena de subidas y bajadas, de redobles de tambor y de suaves violines. La magia de Isabel Allende está en el equilibrio de las fuerzas, en esa mezcla tan sudamericana de la realidad y el sueño, del mundo de los espíritus y del nuestro, cada uno a un lado de una línea muy fina que ella consigue traspasar de forma tan fácil y con tanta naturalidad.
   Esa elegancia a la hora de tratar los temas más escabrosos, mostrando su crudeza sin recrearse en lo sórdido; esa vida y esa pasión que se escapa de cada frase y de cada escena; ese lenguaje que corre ágil, rico y cercano, lleno de imágenes y de giros propios; esos personajes tan completos; esa historia tan fuerte, tan enérgica de todos ellos; todo esto es lo que me ha hecho sentir y suspirar y revolverme en mi asiento, y llorar y reír y sentir de una forma muy especial cuando he tenido este libro entre mis manos. No sé si esto será siempre así, pero no tengo ninguna duda de que voy a averiguarlo.
   No quiero contaros el argumento porque seguro que lo podéis encontrar en cualquier otro sitio, porque creo que es algo que cada uno debe descubrir poco a poco según lee y porque mi ignorancia sobre esta historia hizo que no dejara de sorprenderme ni un momento. Ojalá os pase lo mismo a vosotros.
   

domingo, 2 de agosto de 2015

Ya soy miembro de Dreaming Spires

Definitiva y totalmente. Después de esta segunda novela de Victoria Álvarez, no tenía escapatoria: había quedado atrapada en sus redes. ¿Era posible disfrutar tanto como en la primera ocasión que acompañé a los miembros de este periódico en sus investigaciones paranormales? Pasada la sorpresa del primer libro, ¿podría sorprenderme de la misma manera?
   Pues sí, era posible. Esta joven escritora ha hecho que vuelva a disfrutar con una ambientación increíble; con unos personajes que, aunque ya habíamos sido presentados, me han parecido más redondos, más formados, más "hechos"; con un argumento igual de interesante, entretenido y misterioso; y con un lenguaje y una manera de narrar cercanos, sencillos y muy efectivos.
   En esta ocasión, la mayoría del equipo del periódico Dreaming Spires cambia por completo de escenario y de leyendas y cruza el charco para descubrir qué está pasando en las aguas del río Mississippi, en una pequeña aldea de Nueva Orleans, con un barco hundido en 1862 que está aterrando a los vecinos del lugar.
   Con un principio similar a Tu nombre después de la lluvia, la escritora nos abre el apetito con los hechos que provocarán los acontecimientos de después. A partir de aquí, nuestros protagonistas ya no podrán librarse de la historia y, de forma casi vertiginosa, se verán envueltos en unos acontecimientos que les llevarán a un misterio tras otro, pero también a descubrir cosas sobre su pasado, secretos que andaban por ahí "pululando" en el ambiente de la anterior novela y que ahora quedan muy claritos.
   Porque, sí, hay que leer la anterior novela para poder disfrutar mejor de esta, o esa es mi opinión, lo que no tiene por qué asustaros, ya que se leen en un abrir y cerrar de ojos, puesto que las páginas vuelan entre los dedos de lo ligera y fácil que resulta la narración, porque el argumento es tan interesante y entretenido que llegas al final sin darte cuenta, al menos yo.
   Los mimbres de esta "segunda entrega" de la saga son los mismos que en el primer relato, pero más asentados, más maduros, más logrados: la gran labor de documentación, esta vez sobre las leyendas de magia negra, sobre el budú, sobre la vida de los esclavos en las plantaciones; la estupenda recreación de los ambientes y costumbres, mezclando países y culturas; los diálogos ingeniosos entre algunos personajes y la tensión sexual ¿resuelta? (¡Ah! Ya sabéis que yo no "espachurro" las historias); las "pistas" o datos que va desperdigando a lo largo de la novela sobre hechos que se desvelarán después, creando ese ambiente de misterio que planea todo el tiempo; los nuevos protagonistas, algunos apenas esbozados en la novela anterior y otros nacidos en esta, o el auténtico pasado de los más conocidos que nos aclara muchos aspectos de su personalidad.
   Y, al igual que los logros, los pequeños "traspiés" que sentí en el anterior libro también andan por esta historia, como algunas escenas un poco peliculeras o alguna actitud un tanto actual o algún pequeño tópico de este tipo de historias.
   Sin embargo, en ningún momento ha perdido frescura e incluso me he encontrado con nuevas pinceladas de misterio y con un final tan impactante que ya me ha enganchado para la siguiente entrega. Sin ninguna duda. Y aunque hace ya un tiempecito que me leí el libro, me recuerdo todavía leyendo con el mismo entusiasmo que la vez anterior, y recuerdo los geniales golpes de efecto que me dejaban pegada al asiento y mordiéndome las uñas porque veía llegar la estación en la que debía bajarme y no podría descubrir qué había pasado hasta mucho después. ¿Segundas partes nunca fueran buenas? ¡Para nada! En esta ocasión no puede ser más falso.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...