Siempre me ha gustado viajar. Si no puedo hacerlo en persona, leo. Lo bueno de viajar con los libros es que, además de elegir el lugar, eliges el momento. Con Valerio Massimo Manfredi podía viajar a la antigua Persia y acompañar al mítico ejército griego de los "Diez Mil". Si además la guía era la joven siria Abira, que había abandonado su casa y su aldea por seguir al ateniense Jenofonte, y que me explicaba y narraba todo lo que se cocía en esta "misteriosa" expedición, no había nada más que decir: las maletas estaban listas.
Este escritor tiene una habilidad especial para acercarnos las antiguas leyendas clásicas como si fuesen una historia de hace dos días. Lo más curioso es que no renuncia ni a uno solo de los elementos propios de aquella época. Nos describe la vestimenta típica, los paisajes que existían por entonces, y que ahora han cambiado casi radicalmente, la forma de ver la vida de aquellos hombres y mujeres... Todo hace que nos metamos de lleno, en este caso, en el año 401 a.C. Su forma de escribir es ágil, culta, manteniendo los principales términos de la época y actualizando los más difíciles de entender; construyendo personajes creíbles y bien armados; y presentando los hechos históricos en una perfecta novela, emocionante, interesante y muy muy entretenida.
Para una loca de la Historia como yo, que aún recuerda algunas cosas aprendidas en la facultad, repasar aquellos hechos legendarios y recorrer aquellos territorios tiene algo de mítico y de mágico. No pocas veces había tenido que estudiar y repasar fechas, fuentes, mapas y teorías sobre aquel ejército que quedó perdido en el imperio persa cuando no tuvo "dueño" al que servir. Aquella época para mí siempre ha tenido algo de misterioso y, en las manos de Manfredi, ese misterio se convierte en una estupenda novela que me ha servido para pasar un buen rato, para evadirme de la rutina y para llenar vacíos.
La historia que Abira cuenta a unas jóvenes de su aldea que acaban de salvarle la vida no habla solo de una gran batalla y de un viaje desesperado a través de Asia para regresar "a casa", sino también de muchas historias personales, las de los protagonistas de esta marcha a través de desiertos, montañas y ríos. Este viaje, basado en el diario de expedición del ateniense Jenofontes fue, incluso para sus contemporáneos, más que una simple aventura, fue casi un milagro, ya que parecía imposible que un ejército de soldados preparados para luchar en campo abierto, cuerpo a cuerpo, y cargados de pesadas armaduras fueran capaces de vencer tanto al clima y al terreno como a las emboscadas de los indígenas, ente montañas cubiertas de nieve y con la táctica de guerrillas. Las dudas de aquellos guerreros y de las mujeres que les seguían, los actos de valor y de miseria, la unión incondicional y las traiciones son el meollo de este libro.
No creo que ahora fuera posible recorrer realmente aquellas tierras que recorrieron los Diez Mil tal y como lo hizo el autor de la novela en los años ochenta. No sé si será posible hacerlo en un futuro. Por eso decidí escoger este libro y realizar el viaje desde sus páginas. Cuando entras en la historia ya no hay marcha atrás y tienes que acompañar a Abira y a Jenofonte en la larga marcha "hacia casa".