domingo, 7 de junio de 2015

¿En España no se lee?

Es posible, pero nos comportamos como si lo hiciésemos, y mucho. Este jueves pasado me fui de libros a la feria del Retiro. Iba dispuesta a todo: comprar, hacer fotos, mirar, cotillear, ver en carne y hueso a los autores, volver a comprar, conseguir alguna firmita, comprar otra vez. Bien, ese era el plan. Otra cosa era lo que el destino había decidido por mí.
   Después de coger fuerzas con un café con leche y una tostada con aceite, comencé a subir la cuesta de Moyanos, tranquilita, por la sombra, echando un ojo a las casetas habituales, pero sin pararme en ninguna; estaba reservando mis fuerzas para la feria. El olor a tilos, el aire todavía agradable y mis ganas, me tenían de muy buen humor. Enfilé la calle del parque que me llevaba derechita a las casetas y marché al ritmo de las otras personas que parecían haber pensado lo mismo que yo. Aunque esperaba de corazón que toda aquella gente tuviera otros planes.

   Empezaba a apretar "el Lorenzo", pero todavía se le podía echar un pulso, así que empecé la visita precisamente por el lateral en el que empezaba a dar de plano, muy orgullosa yo de dejar la sombra para más tarde, cuando ya el sol cayera con todo su peso y empezara a picar sobre la piel. Primera caseta, segunda, tercera... iba sumando casetas a la vez que gente; cada vez era más difícil caminar, y no os digo nada mirar. Algún hueco por aquí, alguna foto por allá y, de repente, al salirme de la fila para fotografiar un claro en medio del barullo, había perdido mi puesto y ya no había forma de volver. Intenté una y otra vez asomar el "morro" por entre la gente para echar un vistazo a lo que me interesaba, los libros, los autores; nada, imposible, había perdido mi lugar en la marcha y no se me permitiría recuperarlo.   
   
   La masa crecía: familias de padres con sus hijos buscando libros que les gustaran y educaran, grupos de señoras que buscaban autores famosos de los que conseguir firma y de los que hablar durante el aperitivo, parejas que se soltaban de la mano solo para enseñarle al otro el libro que acababan de descubrir, grupos de amigos que no se decidían por cual caseta empezar la marcha. Personas y más personas que se agolpaban entre mis proposiciones y los libros como si no hubiera un mañana, todos locos por conseguir, mira y tocar.
   ¿En España no se lee? No lo dudo, pero se mira y se pasea como si lo hiciéramos. Al medio día, la gente fluía arriba y abajo por la feria, casi siempre en sentido contrario al mío y desbaratando mi plan perfectamente ideado durante aquel café del desayuno con su tostada. Era inútil luchar contra los elementos; lo único que conseguía ver era un muro de "cogotes" de todo tipo, más infranqueables que la muralla de Ávila.
   
   Sí, era inútil luchar, así que me dejé llevar por la masa y decidí aprovechar los pocos huecos que algún despistado dejara libre. Y fue tanta mi suerte que, en las dos únicas conquistas que logré, conseguí hacerme fuerte el tiempo suficiente para lograr mis dos únicas adquisiciones. Impedimenta me dio la primera satisfacción durante los segundos en los que planté los dos pies firmemente al suelo. El segundo regalo vino de la mano de Victoria Álvarez, cuando me firmó el libro que yo acababa de comprar y que sujetaba hasta con las uñas para no perderlo en la marea. Había logrado dos incursiones nada más, pero de ellas me había traído un estupendo botín. No todo había fallado. La próxima vez idearía una estrategia mejor para conseguir mis objetivos. De momento, me había ganado una condecoración "rubia" y muy fría que combinaba de perlas con ese botín.

31 comentarios:

  1. Me ha encantado tu crónica, es verdad que aunque se diga que leemos poco, la gente se tira a las calles en la feria del libro que da gusto, y yo me alegro que así sea
    Besos

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    1. Y yo también, a pesar de mi lucha a brazo por partido, jejeje. Abrazos.

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  2. Qué maravilla estas crónicas de la feria del libro de Madrid,.. y qué envidia!! Por cierto La librería me encant. Deliciosa lectura!! Disfrútala!!
    Besines... y a seguir leyendo!!

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    1. Gracias Carmen, ya la he empezado y me está gustando mucho. Abrazos.

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  3. Yo también iba a decirte que la crónica es muy buena y que La Librería de P. F. te va a encantar...
    Espero que cuando la leas escribas una de tus estupendas entradas contándonos tus impresiones.
    Abrazos!

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    1. Esperemos estar inspirada para transmitiros todo. ;D. Abrazos.

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  4. Pues según el CIS un 65% de los españoles lee... al menos una vez cada tres meses. Y sólo un 29,3% lee (leemos) todos o casi todos los días. En 2014 se editaron en España 56.030 títulos, de los cuales un 33,6% eran literatura. Desde el 2010 ha ido descendiendo progresivamente el número de libros editados. Ya, muchos números. Pero significativos.

    Normalmente en donde se cierra una librería se abre un bar. Con eso lo digo todo y no digo nada.

    Larga vida a los libros, Marisa.

    Un abrazo

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    1. Larga vida, sí señor. Y espero de corazón que al lado de cada bar, se abra una librería; tampoco hay que ser drástico y cerrar los primeros, ;D. Abrazos.

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  5. Me ha encantado tu crónica, me has hecho reir inaginandome la situación porque sé que yo me encontraría igual que tú o peor porque me agobia mucho el "barullo de gente". Aún así me da envidia y me encantaría ir, eso sí, con estrategia como dices, jeje.
    Y la gente mira más que lee yo creo :(
    Besos!

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    1. Sí, Alicia, a última hora fue bastante agobiante, pero todo sea por los libros. Abrazos.

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  6. En España se lee mucho los días de fiesta y los libros descargados "gratis" en los ebook. El resto del año ni se acuerdan de leer. Da mucha rabia que tanta gente tenga tu misma idea cuando se trata de un plan que te apetece mucho pero es lo que hay, aun así creo que saliste ganando con tus adquisiciones.
    Abrazos

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    1. Bueno, era día festivo, normal que la gente aprovechara, como hice yo. Pero espero tener más suerte la próxima vez. Abrazos.

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  7. Pues de todo habrá, querida, como en botica :-)) Oye, vaya dos tesoros que te llevas a casa!!! Me encantó "La librería" (ya sabes que soy rendida fan de Impedimenta) y Victoria Álvarez (¡que joven es!) me encantó con "Flores de dedalera", así que... Y además dedicado. Disfruta de esas cañitas, esa terraza y, sobre todo, ese llevarle a contraria a los titulares. Bss

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    1. Victoria Álvarez es joven y muy amable; me preguntó por mi blog y me puso una dedicatoria muy bonita. En cuanto a la cevecita, ya estoy pensando en volver a hacer méritos para ganarme otra :D. Abrazos.

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  8. A mí me encanta leer pero ir a la feria del libro no me apetece nada. Sinceramente, me trae al fresco conseguir la firma de un autor o poder dirigirle dos o tres palabras. Los calores y las colas no están hechos para mí. Quizá si la feria fuera en otoño me daría un paseo. En fin, me alegro de que otros piensen diferente y lo disfruten, como tú. Un abrazo.

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    1. Sí, la verdad es que, dependiendo del autor, me hace ilusión poder conocer a alguien capaz de escribir algo que me emociona. ¿Las colas y el calor? Pues no es lo que más me apetece, pero todo tiene un precio. Así que, ya voy yo por ti, ¿vale? ;D. Abrazos.

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  9. Pues hoy estaba bastante tranquila la Feria para ser domingo, el pasado había muchísima más gente. Yo he conseguido las dos firmas que andaba buscando sin cola ni nada y con uno de los autores, Joaquín Camps, hasta he estado un buen rato de cháchara. Por cierto, que yo cada vez que voy recibo la misma condecoración que tú ;)
    Besos.

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    1. ¡Qué suerte, Manuela! Debe de ser el calor, que ha asustado a más de uno. Y a seguir con las condecoraciones, jejeje. Abrazos.

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  10. ¡Buenas!
    A pesar del agobio te has traído dos buenas adquisiciones. ¿Quién no es fan de Impedimenta? Libros y ediciones preciosas. Espero que disfrutes mucho de La librería, a mi me encantó aunque, para mi gusto, el final perdiera un poco de fuelle.
    Con respecto a la Feria, estuve ayer cerca de las ocho de la tarde pensando que habría menos gente pero, como bien relatas, muy complicado todo. Al final no me compré nada pero pude apuntarme algún que otro título que sacaré de la biblio en cuanto tenga vacaciones^^
    En fin, después de esta experiencia, ¿vas a volver a intentarlo otro día?
    ¡Un saludo!

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    1. Sí Reich, sí, volveré... jijijiji, no me doy por vencida. Espero poder mirar tranquilamente, manosear, comprobar descuentos, etc. Abrazos.

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  11. Qué envidia, yo creo que disfrutaría incluso del agobio con tal de ir a esa feria... Algún año caerá! El libro de Victoria Álvarez lo compré en el Día del Libro y el otro lo leí hace un par de años y me gustó mucho, muy buena compra! 1beso!

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    1. Gracias, Tizire. Si vienes, bueno, cuando vengas, estaré encantada de hacerte de guía. Abrazos.

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  12. A mí me encantaría ir un año a la Feria del Libro de Madrid. Es algo que tengo pendiente, pero a ver cuándo se puede...
    Ya sabes lo que dicen, que en España la gente compra libros, muchos para regalar, pero luego lee poco.
    Al de Victoria Álvarez le tengo unas ganas tremendas. Dicen que está todavía mejor que el primero.
    Besos.

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  13. Yo estuve el año pasado pero este lo tengo un poco difícil aún viviendo en Madrid.¡Menos mal! que vuestras crónicas ayudan a matar el gusanillo.
    Besos

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  14. Yo creo que es que al español le gusta mucho este tipo de eventos y cualquier cosa que se organizase en forma de feria contaría con publico.

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  15. He estado en un par de ocasiones y sí que había mucha gente, pero bueno, creo que no tanta como has encontrado tú. Yo creo que cuando hay una feria u otro evento de este tipo siempre nos acercamos por hacer algo diferente, aunque luego no tengamos mucha afinidad con lo que se expone, aunque por otra parte sí que creo que se lee
    Besos

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  16. La feria de Madrid la envidio y la rechazo por partes iguales. Está claro que no hay ni punto de comparación en cuanto a oferta pero también es verdad que habrá mucha más gente que en la de aquí. Bueno, al menos disfrutaste un rato y la cerveza del final seguro que te sentó genial. Besos.

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  17. Jajajaj qué divertida tu crónica. Eso mismo pienso yo, es que nadie se acuerda de leer y visitar librerías más que en la feria del libro. Aquí también se pone petao, en Valencia, aunque un poco menos. Besos.

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  18. Bonita crónica, y que no se extinga la especie lectora!! :-D

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  19. Muy buena artículo, Marisa. Creo que ni el periodista más avezado hubiera reflejado lo que comentas sobre la lectura en sí y la Feria del Libro, dos cosas totalmente distintas. Me quedo con esta frase que me tomé la molestia de copiar y pegar, con tu permiso: No lo dudo, pero se mira y se pasea como si lo hiciéramos.

    Y es que creo que leer, se lee pero somos una rara especie quienes lo hacemos. Aún hoy día alguno/a me mira, cuando comento que soy un lector empedernido,que parece decir: este tío está perdiendo el tiempo tontamente. Y esa es la impresión que da todavía,en este país, el hecho de leer. Una pena y así nos va. No hay más que ver el nivel cultural de la gran mayoría de nuestros conciudadanos. Un abrazo, Paco.

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  20. La Feria del Libro... Una cita ineludible, desde luego, y muy acertadamente contada. Pero creo que no todo en ella es bueno, porque hay mucho de espectáculo, de paripé. Se compra, sí, y eso es bueno, pero no todo se lee. Se hace el juego, sobre todo, a las grandes editoriales y los libros que ya suelen estar apoyados por el marketing. Los escritores firmantes interpretan su papel de cebos (los noveles, de cebo muchas veces aburrido). Mucha gente solo va a conseguir la firma de turno y hacerse la foto y, luego, quizá ni vuelvan a abrir el libro como no sea para alardear de la firma.
    Ay, que soy una cínica y una descreída... Pero, de verdad, ver algunas colas, oír algunos comentarios me desanima.
    Besos.

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