domingo, 1 de marzo de 2015

Christian Jacq y Nefer el Silencioso

Una extraña sensación se me quedaba dentro cada vez que terminaba un capítulo de este libro. En principio, el argumento era muy interesante: la vida y los secretos del Lugar de Verdad, la pequeña ciudad en la que vivían los artesanos y trabajadores que llevaron a cabo las tumbas del Valle de los Reyes; pero ni sentía interés, ni encontraba misterio, ni había verdad en lo que leía. 
   Por esa antigua maldición que me persigue desde que comencé a leer de niña, tengo la imperiosa necesidad de terminar los libros que empiezo, aunque no me convenzan (salvo algunas infumables excepciones), así que, día tras día, seguía leyendo esta novela, capítulo a capítulo.
   El lenguaje me resultaba irreal, con expresiones y frases que, a veces, parecían sacados de los propios textos de las tumbas, lo mismo que los nombres de los personajes: Nefer el Silencioso, Paneb el Ardiente, Neb el Cumplido o Pai el Pedazo de Pan, mientras que la joven esposa del primero se llamaba Clara, como mi vecina del quinto. Aquello no me parecía que estuviera bien armado. Los malos eran muy malos y los buenos eran muy buenos, como en los cuentos de mi infancia, y todos, malos y buenos, me resultaban arquetipos, poco reales, personajes apenas perfilados, sin tercera dimensión, más una excusa para la historia que una parte importante de la misma.
   A veces, aparecían pequeños trazos de lo que pretendía ser fantasía, magia religiosa, misterio, pero que no alcanzaba nada de eso; como si el autor tuviera miedo de lanzarse de cabeza y prefiera meter solo los pies. ¡No, hombre, no! Si hablas de "la llamada recibida", de los "haces resplandecientes" de una luz misteriosa que surge de la estancia más profunda o del "ba" del faraón imbuyendo de vida las obras de los artesanos, hazlo con todas las consecuencias, no lo menciones de pasada como si fuera un dato más de la descripción de la historia.
   En estas, conocí a Paneb el Ardiente y Nefer el Silencioso, dos jóvenes amigos que desean entrar en El Lugar de Verdad, esa misteriosa aldea protegida por el faraón, que contiene todos los secretos que dan vida eterna a la última morada de los señores de Egipto, y en donde nadie puede entrar sin haber pasado antes por una serie de pruebas que demostrarán si son o no dignos de ella. Dos jóvenes que, evidentemente, son personalidades opuestas, pero igual de honestos, dignos y justos los dos. Y juntos se van a enfrentar a todos los obstáculos que los malos van a poner en su camino, hasta conseguir su objetivo, claro está.
   Entonces, ¿por qué seguía con el libro entre mis manos? No os vais a creer mi ingenuidad: esperaba un golpe de gracia, un cambio de tercio, ese momento en que se desvelara el "gran secreto" que diera sentido a todo lo que allí estaba escrito. A veces pasa. Pero también debo ser sincera: confiaba en el autor que, otras veces, me había entretenido tanto. La gran documentación que se percibía, la descripción de un lugar que existió realmente, todo lo que contaba de antiguos ritos y costumbres egipcias, todo lo que estaba envuelto en el "olorcillo" a historia me mantuvo al pie del cañón, esperando ese milagro que aparecería al final del libro. Eso que pasa, a veces, pero que aquí... no pasó.
   Llegó el final y allí no había más que un corte brusco de la historia, que continuaba en el siguiente título de la trilogía La Piedra de Luz. Así de simple. ¿No sabía de antemano que aquello pertenecía a un conjunto mayor? ¿No había visto un 1 como un sol plantado al lado del título que encabezaba el libro? Sí y sí, pero otra vez mi ingenuidad me había hecho pensar en una de esas novelas que pueden ser independientes del resto del grupo, una de esas que sirven más para despertarte el gusanillo de leer el conjunto completo, una de esas obras que, siendo el origen, pueden ser también el final. A veces pasa. 
Sin embargo, en esta ocasión, no pasó.

14 comentarios:

  1. No he leído nada de este autor y eso que el Antiguo Egipto me fascina y mi padre tiene todos sus libros en casa, pero a mí oye pues que no me llama nada, que le he cogido una de esas manías sin fundamento alguno que me entran a veces. En cualquier caso si algún día me animo, este libro queda descartado.
    Besos.

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    1. No ha sido mi mejor lectura de los últimos meses, la verdad, ni siquiera de este autor. Pero que se le va a hacer. No sé qué pensará tu padre, pero con esta novela se lució. Abrazos.

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  2. Yo me cansé hace tiempo de leer a este señor y ni siquiera me acerco demasiado a Egipto por su culpa.
    Con eso te lo digo todo
    Besos

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    1. Ya lo siento, porque sobre Egipto hay cosas muy buenas. Bueno, olvidémonos de este trago y sigamos adelante, ;D. Abrazos.

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  3. Jaja, perdona pero lo de Clara me ha matado, seguro que pensaba cambiarlo después y se le olvidó. Mira, yo los dejo, la verdad que pocos pero los dejo que ya no tengo quince años para perder el tiempo. De este autor solo leí uno en el que mataban a alguien y el culpable estaba en una cena en la que todos eran sospechosos. Era muy raro.
    Abrazos y haz caso a los números que por algo están ahí.

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    1. Llevas mucha razón, Norah, a mis años ya no debería perder el tiempo, y debería haber aprendido a leer como Dios manda. En fin, otra vez será. Abrazos.

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  4. Yo he leído bastante a Christian Jacq y siempre me ha enamorado su prosa, sus descripciones, sus personajes, hasta que me tope con una tetralogía, cuyo Nombre no recuerdo, y leí solo los dos primeros porque se me hiczo realmente mala: no he vuelto a leerlo.te entiendo.

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  5. Yo con este autor aún no me he estrenado aunque sí tengo curiosidad por probar ya que los libros ambientados en Egipto me gustan mucho, pero bueno, no será con este libro después de leerte. Me he sentido muy identificada con lo que ibas narrando ya que yo también tengo la manía de seguir avanzando con la esperanza de que haya un giro y se convierta en una gran lectura, lo que no siempre ocurre
    Besos

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  6. Pues siento que no te haya gustado, pero precisamente estos libros me gustaron. No es que me encantaran, pero me gustaron. Me falta el tercero por leer. Un beso.

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  7. Gracias por la reseña, hay cosas que es mejor saber antes!!! No he leído nada de este autor y eso que el tema de Egipto me gusta mucho, así que tendré en cuenta si me animo no hacerlo con esta lectura.
    Besos!!!

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  8. Ya veo que te ha decepcionado por completo. Yo soy de los que si veo que llegado un momento la novela de turno no me engancha, la aparco y me pongo con otra que pueda quitarme ese mal sabor de boca que me dejó. En fin, espero que tengas más suerte con tu próxima lectura. Abrazos.

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  9. Yo también tengo la costumbre de "castigarme" leyendo todos los libros hasta al final, aunque no me gusten. Y lo curioso es que en parte es por el mismo motivo que tú apuntas: esperar un giro, algo inesperado, un remontar, un algo... Y al final, nada. Masoquismo de bibliómanos, yo que sé...

    Un abrazo

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  10. Con ciertos autores mejor no jugársela. Yo a este no lo he catado todavía y aun a pesar de tu reseña seguro que lo hago en su momento, pero desde luego no con este título. Por eso te quedo agradecido por ser el conejillo de indias que ha experimentado la sensación de frustración que todos sin excepción hemos sufrido alguna vez ante libros infumables.
    Un abrazo.

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  11. No he leído ningún libro de este autor, y eso que la ambientación me gusta. Pero de todas maneras no elegiría este libro...
    Besos

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