martes, 8 de julio de 2014

Capítulo XXVI: Y Sancho se vuelve a casa

Sí, sí, como lo oís, Sancho tiene que volver al Toboso para comunicar a Dulcinea, las "tonterías" que anda haciendo su señor por ella, allá por Sierra Morena y, de paso, conseguir esos tres pollinos que sustituyan a su asno perdido.
   Mientras nuestro amigo escudero se pone en marcha, don Quijote le da al "caletre" para decidir si sus locuras amorosas las copia de don Roldán o de Amadís, por aquello de seguir medio desnudo o desnudo del todo. Difícil elección. Al final, se impone la cordura (¡Qué curioso!) y decide quedarse con la camisa puesta, pero con el culo al aire, e imitar a don Amadís que era algo más comedido y sensato:
"Ea pues, manos a la obra, venid a mi memoria, cosas de Amadís, y enseñadme por donde tengo de comenzar a imitaros; mas yo sé que lo más que él hizo fue rezar, y así lo haré yo".
"y así se entretenía paseándose por el pradecillo, escribiendo y grabando por las cortezas de los árboles y por la menuda arena muchos versos, todos acomodados a su tristeza, y algunos en alabanza de Dulcinea".

   Esto dejará para el recuerdo unos versos de los que se han estado riendo hasta hoy todos los que los han leído, según nos cuenta Cervantes, algunos de tan alta calidad como estos:
 Tráele amor al estricote.
Que es de muy mala ralea,
Y así hasta henchir un pipote,
Aquí lloró Don Quijote
Ausencias de Dulcinea del Toboso.

   Mientras, nuestro amigo Sancho va camino de su destino cuando se da de bruces, ¡qué casualidad!, con la maldita venta en la que sufrió tantos males. Estaba el pobre casi moribundo, pero a ver quier era el guapo que entraba de nuevo allí donde le mantearon. Como las casualidades no llegan solas, se encuentra en la misma puerta con el cura y el barbero quienes no dan crédito a las aventuras que el escudero les cuenta de su señor, y mucho menos a la misión que tiene encomendada de entregar la carta amorosa a "la sin par".
   Pero, como nuestro buen Sancho no es una lumbrera precisamente, se da cuenta de repente de que no ha traído consigo el cuaderno en el que estaban escritas las dos cartas que debía entregar y, ¡claro!:
  • "(...) tornó a echar de ver que no le hallaba, y sin más ni más se echo entrambos puños a las barbas y se arrancó la mitad dellas, y luego apriesa y sin cesar, se dio media docena de puñadas en el rostro y en las narices, que se las baño todas en sangre".

   Total no es exagerado, si no le paran el cura y el barbero, no lo cuenta. En fin, que después de varias conversaciones, que no son para contadas sino para leídas por toda la miga que contienen, Sancho se consuela ante la palabra del cura de concederle los pollinos y los otros dos idean un plan para engañar a don Quijote y hacerle volver a su casa:
"(...) y dijo al barbero que lo que había pensado era: que él se vestiría en hábito de doncella andante, y que él procurase ponerse lo mejor que pudiese como escudero, y que así irían adonde Don Quijote estaba, fingiendo ser ella una doncella afligida y menesterosa, y le pediría un don, el cual él no podría dejársele de otorgar como valeroso caballero andante y que el don que le pensaba pedir era que se viniese con ella, donde ella le llevase, a desfacelle un agravio que un mal caballero le tenía hecho".

   ¡Ay Señor, qué estampa! Ya me estoy imaginando al cura disfrazado de escudero y al barbero de doncella en apuros. ¿Vosotros no?

14 comentarios:

  1. Mañana me toca leerlo a mi. Paso de puntillas que se quedó interesante.
    Besos

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  2. El Quijote es uno de mis libros de cabecera. Me lo leí dos veces. Me acuerdo cuando mi madre me sentía reír solo con algunas de las aventuras de este ingenioso hidalgo. El último capítulo es para enmarcarlo. Saludos.

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    1. Yo lo estoy disfrutando como si fuera la primera vez. Abrazos.

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  3. ¿Te imaginas un programa de tv, como esos en los que se cuentan las andanzas de los famosillos cutres, pero en el que se comentaran las andanzas de personajes literarios, como tú haces aquí? ¿A que estaría bien? :)

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    1. Estaría genial, pero eso supondría leer para conocer a los personajes. Yo sé de más de uno que lo tendría difícil, ;D. Abrazos.

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  4. Tan sólo leyendo lo que nos cuentas ya me entra la risa al imaginarme las peripecias de don Quijote y Sancho, así que no sé cómo la gente le tiene tanto miedo a este libro: ¡si es genial! Da para risas y llantos. Más completo no puede ser.
    Un abrazo.

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    1. Y que lo digas, con un poquito de interés se disfruta un montonazo, pero... ellos se lo pierden. Abrazos.

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  5. Desde con este Sancho unas risas si que te echas. :D
    Besos

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  6. Madre mía ¡qué par! Ahora Sancho decide volver... ¡pobre Quijote! jajaja
    Besos.

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    1. Aquí Sancho es un "mandao", lo que le dice don Quijote. Abrazos.

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  7. Esta pareja también tiene su aquel jeje
    Besos

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