domingo, 9 de marzo de 2014

Descubrir a Regoyos

El día era tan desapacible que me pensé varias veces si salir de casa o no. La opción de quedarme suponía, con toda seguridad, seguir contribuyendo al hundimiento del lado izquierdo del sofá. Así que me lié la manta a la cabeza y salí por la puerta dispuesta a pasearme por "los madriles". Una vez hube bajado del tren, dejé que mis pies decidieran dónde ir porque, normalmente, suelen acertar con el camino. Y así fue como llegué al Thyssen (estos tunantes, siempre intentando culturizarme).
   El viento soplaba tan fuerte que arremolinaba mi pelo justo delante de los ojos, de manera que fuera casi imposible caminar dos pasos sin retirarlo continuamente, sobre todo si no quería desayunarme a algún turista japonés. Cuando por fin conseguí ver con claridad hacía dónde iba, me encontré de bruces con una exposición de Cezanne. ¡Qué maravilla! El único problema es que, como yo, otros "tropecientos mil" también se toparon con lo mismo. Había que cambiar de tercio y el destino me volvió a tapar los ojos con el pelo, para que, al retirarlo por enésima vez, viera otro cartel anunciando la exposición dedicada a Darío de Regoyos, el principal representante español del impresionismo. Cezanne tendría que esperar a mejor ocasión.

   Y pocas veces me he alegrado tanto de un cambio de rumbo. Siempre he sentido la necesidad de sentir y una de las mejores formas de hacerlo es descubriendo cosas. Confieso, con vergüenza, mi ignorancia sobre la figura de Regoyos y, aunque para algunos esto no merezca el castigo divino, para mí sí que se merece al menos un pescozón. Porque había estado perdiéndome algo hermoso, algo grande.
   Darío de Regoyos fue un asturiano que se empapó de todo lo que significaba el impresionismo para adaptarlo a sus paisajes y a su mundo. Llevó los estudios de luz y de ambientes a la playa de La Concha o a la Diagonal de Barcelona, a las calles de Bruselas o de Córdoba. Estudió en Madrid y maduró por Europa, especialmente en Bruselas y París, en donde se hizo amigo de Pisarro o de Whistler. Pero nunca dejó de volver al norte, creando una conexión especial con los paisajes vascos.

   La primera sala tiene una luz especial, pero no provenía solo de los focos, sino que salía directamente de los cuadros. En su primera etapa, el artista se encargó de recoger toda la luz que pudo y llevársela a sus pinturas. Con pinceladas todavía precisas, a veces incluso con espátula, consigue plasmar esa luz, el ambiente, los cambios del día. Es impresionante su cuadro Effets de lumière, de 1881, donde vemos las luces que se escapan de las pequeñas farolas de la plaza de la estación del norte, en Bruselas, para atravesar los ventanales de un pequeño kiosko pintado en primer plano. 
   Después paso a la siguiente sala, pero decido pasar de puntillas por su serie "La España negra". Aunque con la misma fuerza que la sala anterior, aquí ha bajado el volumen de luz y ya no me siento tan a gusto. De pronto, la luz de la luna me da de lleno en la cara, fría, blanca y resplandeciente. ¡Increíble!
   Vuelve a cambiar la intensidad, a aumentar esa luz, pero ya no brilla como al principio. Creo que es por la técnica del puntillismo que decidió utilizar en su nueva etapa. Para mí, todo parece cubierto con un velo transparente. Sigo adelante y me convenzo de que el pintor adora los paisajes urbanos, costumbristas; hay más mercados locales, puentes y vistas panorámicas por m2 que campos amplios y montes. Me paro en la imagen de la calle de Alcalá de Madrid, arbolada, sin edificios, pero con la Cibeles. 

   Sin cansarse nunca de viajar ni de pintar, Darío de Regoyos decidió por fin establecerse en Barcelona, y recrear esta ciudad y sus alrededores, sin renunciar nunca a trabajar al aire libre. Decidió que la enfermedad no le impidiera seguir atrapando la luz de las calles, de los puentes, de los edificios, mañana, tarde y noche.
   En esta ocasión no he conseguido encontrar un libro adecuado que acompañara esta exposición. Así que, si vosotros sabéis de alguno, no dudéis en decírmelo. Me encantará echarle una ojeada.

27 comentarios:

  1. No soy mucho de pintura, primero porque nunca se me ha dado bien el dibujo; y segundo porque me cuesta descifrar lo que hay en un cuadro. Me gusta ir a los museos y ver las pinturas, aunque no las entienda. Me gustaría entender de arte. Si te digo la verdad, la asignatura de Historia del Arte me encantaba, pero cuando llegaban los cuadros, ahí ya estaba perdida.
    Un besote.

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    1. Yo tampoco entiendo mucho de pintura. He aprendido a apreciar ciertas obras gracias a lo que estudié en la carrera, pero solo algunos cuadros me llegan al corazón. Esto es como todo, o te emociona o te deja indiferente, independientemente de si es una obra maestra o no. Se trata, sobre todo, de que lo disfrutes. Abrazos.

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  2. Es un incordio cuando el pelo insiste en volar hacia la cara pero en esta ocasión veo que ha tenido su recompensa... Reconozco que no conocía a Regoyos, cuando estudié en arte el impresionismo fueron otros nombres en los que se centró el profesor y es una pena que dejase pasar a este si comentas que es el principal representante español.
    Un beso!

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    1. A mí me pasó lo mismo con este pintor. Pero mira por dónde, el flequillo tuvo la culpa de que lo descubriera, ;D. Nunca hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Abrazos.

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  3. Pues mereció la pena el paseo, el viento, el cambio de idea, si el resultado fue el descubrimiento. Y me apunto la exposición, a ver si tengo tiempo de pasarme a verla :)

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    1. Sí, mereció la pena. Si te decides a ir, cuéntame qué te parece, ¿vale? A mí, me ha parecido una exposición muy bien montada. Abrazos.

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  4. Gracias por la recomendación. La pega de todas las exposiciones son las colas. Un abrazo.

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    1. Sí, es verdad, se te va la vida esperando. Yo tuve suerte porque pude ir entre semana y a la hora de comer, con lo que me encontré el museo muy despejadito. Abrazos.

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  5. Me ha encantado, la exposición y tu forma de narrrarla, qué talento :) oye, pues debo azorarme también, no conocía a este representante español del impresionismo, con lo que me gustan los impresionistas. La luna fascinante pero Effets de lumière me parece una maravilla, tengo que buscar más y saber, saber de este pintor. gracias por la entrada descubrimiento ¡genial!
    Besos

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    1. Gracias a ti, guapa. Me alegro de que te haya gustado. Creo que somos más de una las que no habíamos oído hablar de este pintor; a ver si no va a ser todo culpa nuestra, y ha sido falta de información académica, ;D. No importa, al final hemos dado con él y podemos poner remedio. Abrazos.

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  6. No entiendo demasiado de pintura, pero eso no me impide disfrutar de algunos cuadros. En este caso me he quedado embobada con el tercero que has puesto. Gracias por mostrárnoslos. Besitos

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    1. No hace falta entender mucho para disfrutarlo; lo que importa es que te llegue. Si te has quedado embobada es que ha cumplido su función. Abrazos.

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  7. Qué bonito Marisa! Como soy asturiana lo conocía. Me ha hecho gracia lo de "fue un asturiano que se empapó de todo lo que significaba el impresionismo", porque no sé, es tontería pero lo de "un asturiano que se empapó" como que es lo más normal del mundo, con lo que nos gusta la lluvia y nos gusta empaparnos de ella.

    Has hecho una selección de imágenes muy guapa. Y yo, contigo, me alegro de que Cezanne estuviera tan solicitado, te ha hecho descubrir ;)

    Besos!

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    1. Jajaja, no había caído en lo del "empapamiento", aunque también hace mucho sol, porque yo he estado varias veces por allí con un sol radiante; entonces brilla todo más. Yo también me alegro de haberlo descubierto. Abrazos.

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  8. No lo conocía pero la entrada me ha encantado.

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    1. Gracias Albanta, me alegro de que te haya gustado. Abrazos.

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  9. !Otro "pescozón" para mí!... que tampoco conocía a Regoyos... ja, ja, ja.
    Me encanta el impresionismo y también mucho los post-impresionistas que vinieron un poco más tarde. Me apunto la exposición para verla en cuanto tenga ocasión. Esta genial eso de dejarse llevar de vez en cuando... que nunca sabes cuándo te puedes topar con algo muy interesante... que incluso supere lo que inicialmente estabas buscando ¿a qué sí?
    ich

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  10. Por cierto, me encanta que nos recomiendes exposiciones y otros eventos que descubras, además de lecturas. Así que, ya sabes... "líate la manta a la cabeza" ... muy a menudo...;-)
    ich

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    1. Te aseguro que,si dependiera de mí, habría más de una recomendación de este tipo. Así que cuenta con ello para futuras ocasiones. Abrazos.

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  11. Uff hace siglos que no voy a una exposición y no será por falta de ganas. Más adelante tengo que plantearme apartar un poco la literatura en favor de "otras culturas". No he visto ni un solo cuadro de este pintor hasta ahora, así que te lo agradezco, Me ha gustado tanto las pinturas como la forma de narrar como te topaste con él. Besitos.

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    1. Pues animate. Intenta encontrar un huequecillo y verás como no te arrepientes. Si luego consigues acompañarlo de una lectura, el resultado será redondo. Yo, esta vez, no he recordado ningún libro leido que me completara la visita, y no veas como lo hecho de menos. Abrazos.

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  12. Me ha encantado esta entrada en la que me descubres cosas muy interesantes. Los cuadros a cada cual más bonito. Un besote!

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  13. Una entrada de lo más interesante. Qué bien a veces no dejarse arrastrar por la pereza por el mal tiempo!
    Besos

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    1. Sí. Mi problema es decirme; una vez fuera, todo es más fácil. Abrazos.

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  14. Acabo de ver la exposición y de verdad que te agradezco que aquel día te dejaras "tus pies decidieran" dónde llevarte...
    Merece la pena la visita.
    Me ha gustado especialmente la primera sala como tú dijiste, y es impresionante el cuadro de la Costa de Almería que has colgado en el blog. A tamaño real el agua casi se toca y la luna parece que se sale del cuadro. También me han gustado especialmente sus paisajes nevados y la mayor parte de los de la época puntillista.
    Sin embargo, me han decepcionado las vistas urbanas. Creo que son un poco "convencionales" si las comparas con los cielos que ha pintado en los paisajes.
    Otra vez, gracias, gracias por la recomendación. :-)
    ich

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    1. Cuanto me alegro de que lo hayas disfrutado. ¡Qué bien que te haya servido mi experiencia! un besazo enorme.

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