lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo X. El bálsamo de Fierabrás

En esta ocasión, en vez de dejaros mis comentarios e impresiones, prefiero poner pequeños fragmentos del capítulo, pequeños diálogos de nuestros héroes que reflejan a la perfección lo que estos dos personajes representan a lo largo de la novela. En ellos veremos como Cervantes nos da las primeras pinceladas de lo que será el núcleo del libro: la realidad se abre paso ante cualquier locura o ignorancia. La simple supervivencia es más fuerte que cualquier otra cosa.
   Empecemos:
"Sea vuestra merced servido, señor Don Quijote mío, de darme el gobierno de la ínsula que en esta rigurosa pendencia se ha ganado, que por grande que sea, yo me siento con fuerzas de saberla gobernar".

   Usted llevará la oreja colgando, pero lo primero es lo primero. Y entonces, don Quijote le explica la cruda realidad:
"Avertid, hermano Sancho, que esta aventura, y las a estas semejantes, no son aventuras de ínsulas, sino de encrucijadas, en las cuales no se gana otra cosa que sacar rota la cabeza, o una oreja menos".

   Más tarde:
"(...) paréceme, señor, que sería acertado irnos a retraer a alguna iglesia, que, según quedó maltrecho aquel con quien combatisteis, no será mucho que den noticia del caso a la Santa Hermandad, y nos prendan; y a fe que si lo hacen, que primero que salgamos de la cárcel, que nos ha de sudar el hopo.
-- Calla --dijo Don Quijote--. ¿Y dónde has visto tú o leído jamás que caballero andante haya sido puesto ante la justicia, por más homicidios que haya cometido?
-- Yo no sé nada de omecillos-- respondió Sancho--, ni en mi vida le caté a ninguno; sólo sé que la Santa Hermandad tiene que ver con los que pelean en el campo, y en esotro no me entremeto.
   
   Una cosa es ser un valeroso caballero y otra enfrentarse a la Santa Hermandad.
"(...) del bálsamo de Fierabrás, que con sólo una gota se ahorraran tiempo y medicinas.(...) con el cual no hay que tener temor a la muerte, ni hay que pensar morir de ferida alguna; y así, (...) cuando vieres que en alguna batalla me han partido por medio del cuerpo, (...), bonitamente la parte del cuerpo que hubiere caído en el suelo, y con mucha sutileza, antes que la sangre se hiele, la pondrás sobre la otra mitad que quedare en la silla, advirtiendo de encajallo igualmente y al justo. Luego me darás a beber solos dos tragos del bálsamo que he dicho, y verásme quedar más sano que una manzana.
--Si eso hay --dijo Panza-- yo renuncio desde aquí el gobierno de la prometida ínsula, y no quiero otra cosa en pago de mis muchos y buenos servicios, sino que vuestra merced me deje la receta de ese estremado licor, que para mí tengo que valdrá la onza donde quiera más de dos reales, y no he menester yo más para pasar esta vida honrada y descansadamente".

   ¿Para qué ínsulas ni gaitas, si se va a forrar con el milagroso bálsamo?
"Aquí trayo una cebolla y un poco de queso, y no sé cuántos mendrugos de pan --dijo Sancho --pero no son manjares que pertenecen a tan valiente caballero como vuestra merced.
-- Que mal lo entiendes --respondió Don Quijote-- hágote saber, Sancho, que es honra de los caballeros andantes no comer en un mes, y ya que coman, sea de aquello que hallaren más a mano (...)".


   Y esto es todo. Solo una pequeña muestra de lo que nos regalan nuestros amigos.

11 comentarios:

  1. Este capítulo me ha encantado, son Don Quijote y Sancho Panza en estado puro.

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    1. Sí, son sus primeros pasos, es su esencia. Luego veremos cómo va cambiando según evolucionan ellos. Genial, ^^. Abrazos.

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  2. Aunque no me he apuntado a la lectura conjunta estoy disfrutando como si lo hubiera hecho. Gracias.
    Besos.

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    1. Me alegro. Imagino que ese es uno de los motivos, que todo el que quiera pueda disfrutarlo, :). Abrazos.

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  3. Pues me encanta saber una semana más cómo lleváis la historia :-) Un beso!

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    1. Gracias Meg. Aquí estamos para lo que necesites, ;D. Abrazos.

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  4. Extraño el bálsamo no? Lo conocía de una canción, pero no recordaba el momento de la obra.
    Besitos

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  5. Con tus entradas estoy recordando de nuevo el libro, así que estoy encantada de leerte cada semana. Al final terminaremos formando el club de fans de don Quijote y Sancho, ya verás ;-).
    Un abrazo.

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    1. Gracias Seri; jeje, no estaría nada mal: seguir a dos con valor, lealtad, sentido común a veces, y siempre sentido de la justicia. Me alegro de que te pases por aquí cada lunes, :D. Abrazos.

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  6. Un capítulo de lo más simpático, lo del bálsamo me dejó patidifusa
    Besos

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