jueves, 26 de septiembre de 2013

Una geisha, una peli, un libro

La noche del domingo me encontraba tirada en el sofá resignada a pasar otra aburrida noche de transición al lunes. Pasaba de cadena en cadena buscando alguna cosa interesante que llevarme a la boca junto al bol de cereales cuando, de repente, me encontré con la imagen de un paisaje misterioso entre brumas y el título de Memorias de una Geisha cubriendo la pantalla. Era la mejor opción para esa noche aburrida, pero, al mismo tiempo, me daba un poco de yuyu, ya que las últimas adaptaciones de libros que había visto, habían sido malas, malas. ¿Me decidía a ver esta? ¿Me arriesgaba? Memorias de una Geisha, de Arthur Golden, había sido una novela que había leído con entusiasmo en su momento, una novela que había disfrutado muchísimo y que recordaba con cariño. No quería llevarme otra decepción. Y tuve suerte, no fue así. Fue una gran película, vi una buena adaptación y disfruté de lo lindo con la fotografía, el colorido y la banda sonora.
   El principio de la película no se correspondía con el de la novela. Se había cambiado lo que de verdad pasaba con Chiyo y su hermana mayor Satsu. -- Ya está aquí Spielberg (el productor) -- pensé. Pero tampoco iba a ser yo "más papista que el papa", y esperé. Al final, era una buena forma de conseguir el dramatismo suficiente para hacernos llegar los sentimientos de esas dos niñas de una forma más directa y eficaz. Además, según fue transcurriendo la historia me daba cuenta de que las licencias cinematográficas (por llamarlas de alguna manera) seguían transmitiendo lo más importante del libro: los sentimientos y sensaciones de la niña que se convertiría en geisha.
   
   La película cada vez me gustaba más. Me gustaba la forma de representar la dureza de la vida en la okiya (la casa de las geishas), la fuerte jerarquía dentro de la casa, entre la "hermana mayor" y las niñas (sus criadas), el pago de la deuda a la okiya, por parte de una geisha y que significaba su falta de libertad, la lucha entre estas, con auténticas estrategias bélicas, etc. Me encantó la fotografía cargada de la delicadeza de una pintura japonesa, llena del colorido de los quimonos, los paisajes o el maquillaje de las mujeres, igual que los contrastes entre los grises y sucios colores de las casas donde vivían y la riqueza y lujo de las casas de té o de los teatros donde actuaban.
   Los actores me parecieron magníficos aunque me sorprendió que fueran en su mayoría chinos que, aunque nosotros no veamos la diferencia, "haberla hayla", pero eso da igual cuando son convincentes y pasionales, y tan reales que me sentí metida de lleno en ese mundo. Reconocí muchos pasajes del libro, diálogos fieles a la novela, partes narradas por la protagonista, casi textualmente, y me sentí bien: estaba disfrutando de la historia, estaba recordando lo contado por el libro y reviviendo muchas de las sensaciones que tuve cuando lo leí.
   Aunque la película acaba momentos antes de lo que lo hace el libro, creo que me encontré con un gran guion que había conseguido captar la esencia principal de su fuente, que había sabido respetar la historia en los puntos más importantes y que, aunque se había permitido ciertas licencias, al final, estas no suponían un cambio significativo en la historia real.
   Así que, quienes hayáis leído el libro, atreveos con la peli, que no defrauda. Y quienes hayáis visto la peli, animaos con el libro porque os gustará mucho más.

14 comentarios:

  1. Esta película la vi en el cine cuando se estrenó. Creo que es una de las películas que he visto más tranquila, porque en la sala sólo estábamos un par de monjitas y yo. Recuerdo que me gustó, pero no me llenó. Tal vez debería verla otra vez y animarme con la novela. A raíz del estreno en cines leí Vida de una geisha, de Mineko Iwasaki, muy interesante para saber más del tema.
    ¡Besos!

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    1. ¿Iwasaki? Gracias por la información, porque se me ha despertado el gusanillo por lo japonés, como cuando leí La devoción del sospechoso. Quizás me anime y la lea. Saludos.

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    2. Sí, ella fue una de las geishas a las que entrevistó Golden para su novela, pero tuvieron problemas porque no estaba satisfecha con algunas de las cosas del libro, por lo que decidió escribir su propia versión, Vida de una geisha.

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    3. No lo sabía. Pues más interesante todavía. Gracias por la información.

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  2. Leí la novela hace años y como tengo tan malísima memoria no la recuerdo como todas las que leo pero lo que sí que recuerdo es la sensación que me dejó y sé que fue buena... Esa novela me gustó, me resultó entretenida y quizá algún día reléa. Eso sí, la peli no la he visto.

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    1. Pues sí, relee, te lo aconsejo. Se saborea mejor un libro la segunda vez. Ya me contarás.

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  3. A mí la peli me encanta, la he visto ya muchas veces. Tambien leí el libro y me gustó mucho pero lo leí después de ver la peli y la verdad que ya no me acuerdo mucho de las diferencias.

    besitos

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    1. Es tan diferente leer un libro cuando ya has visto la peli, ¿a que sí? Yo no recordaba bien la novela, pero notaba cosas que no me cuadraban. Hojee el libro a los pocos días y lo comprobé, pero no era nada que alterara "el meollo" del libro, así que lo disfrute dos veces. :)

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  4. A mí el libro me encantó, guardo un buen recuerdo de él y luego la película también la ví y me gustó, creo que no tanto como el libro porque no se me ha quedado grabada
    besos

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    1. Es verdad, la peli no es tan buena como el libro, pero casi nunca lo son. En mi caso, la disfruté tanto porque influyó mucho otras experiencias con adaptaciones al cine. Si ves algunos de mis post sobre esto, verás la mala suerte que he tenido.

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  5. Yo leí el libro hace bastante y la verdad es que me atrapó… los personajes, la recreación de los ambientes y de una época histórica (en un país…) que no conocía. No he visto la película, por miedo a que me defraude, como tantas veces me ha ocurrido, pero después de haber leído tu post … a lo mejor me “atrevo”.

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    1. Arriésgate "anónimo". Si te defrauda la peli, lees de nuevo el libro y lo disfrutas más ;). O también puedes criticar mi juicio. También mola. Saludos.

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  6. Leí el libro y he sido incapaz de ver la película. La primera vez, en el cine, la voz no estaba sincronizada con la imagen. A los diez minutos me quejé (nadie más lo hizo), lo arreglaron porque efectivamente, estaba mal, y me marché (con devolución del dinero). De todos modos, el comienzo me produce tal congoja, agobio, claustrofobia... Hay tanta oscuridad y tanta lluvia... que no tengo el mínimo interés. Con el libro fue otra cosa.

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    1. Sí, es verdad, el principio no tiene nada que ver con el libro. Sin embargo, el resto me gustó, no sabría explicar por qué... Así son las cosas, ^^. Abrazos.

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